El autor.
Erase una vez una historia donde había que animar al autor para que siguiera adelante con sus personajes , ya que estos se confundían con el autor y podía causar la muerte civil del autor, tan dolorosa como la muerte social, porque se había escampado un virus de peste civil que estaba asolando toda la conciencia cívica, y esta enferma iba desapareciendo como gangrenada, pudriendo los miembros hasta tener que amputarlos. Del mismo modo una enfermedad vírica de tipo neumónico, servía al capitalismo para propagar la peste civil con la que nada tenía que ver. Los más afectados de la peste civil era la inmensa mayoría de la población sin recursos , y las minorías. Los peores síntomas de esta plaga, era para aquellos que se había forjado unos ideales de libertad civil y derechos que no tenían cabida en la nueva realidad . Las historia humanas en un tiempo y un espacio donde se desenvolvían personajes y las existencias, eran ignoradas por una propaganda que garantizaba la salud de todos, la igualad de todos, la justicia de todos. Toda esta tolerancia, bienestar, justicia venía carente de derechos, es decir que estaban fuera de unas coordenadas de tiempo y espacio donde el vector civil y de derechos no existía.
El personaje.
Volvía triste a su casa con el pensamiento revuelto y el animo de repente apagado, Pepe Jiménez, al salir del Ayuntamiento. Andaba entre luces navideñas desangeladas de azulados colores colgando muertas de balcón a balcón. De unos muros de las casas donde todo el mundo se refugiaba, escuchó los ecos gatescos de un villancico cantado por voces poseídas que salía de un centro para discapacitados. Los únicos que aún cantaban villancicos en la navidad del 2020. Pese las buenas voluntades y esfuerzos de los discapacitados, se confundían sus voces con las un orfeón satánico, como la mayoría de las cosas trascendentes de la vida que parecen venir del cielo y son el verdadero infierno. Pepe Jiménez era un hombre robusto, de buenas intenciones . debió en algún momento conectar con algún ideal bueno en su época, que debía estar caducado como las licencias de internet en esta nueva época que formula nuevas reglas sociales como las distancias, y un nuevo giro de tuerca al individualismo, ahora procedente del mundo sanitario.
Cuerpo y mente sana es la que esta sola- reza el nuevo salmo del sistema- Iban pensando Pepe como si escribiera. Pero la verdad es que la vida se le había marchitado en su última juventud entre papeles de servicios sociales y esperando encontrar un empleo para hacer planes de vida. Ahora ya no había planes ni más horizonte que las siguientes 24 horas de vida y los servicios sociales. El peor de los planes de vida.
Acaba de salir del ayuntamiento el último día del año. Lo hacía libido, blanco. Se recostó apoyando la espalda junto en una jacaranda mimosifolia, plantada extrañamente a dos palmos frente a un banco. Una mujer de mediana edad al verlo plantado mirando al cielo apoyado contra el tronco y con los brazos caídos, le preguntó manteniendo las distancias de seguridad :
Señor ¿ se encuentra usted bien? ¿ está usted enfermo?
Bajo los ojos del cielo Pepe Jiménez donde buscaba una señal de burla de Dios. y le confesó la causa de su mal:
No han querido atenderme en el ayuntamiento al verme.
La mujer empezó a correr asustada pensando que tendría alguna enfermedad contagiosa.
Pepe se percibía a si mismo en relación a una sociedad que se definía prospera, tolerante, igualitaria, como un enemigo civil en una guerra cualquiera que ha caído prisionero de los vencedores. Sin embargo, él siempre se había preocupado porque esa sociedad prospera fuera para todos, y se cumplieran los derechos que tenía reconocido cada ser. Negaba con su agotada voluntad en este viraje social que empezó a detectar en el 2008, acabar sin derechos en la cuneta. Él y su conciencia civil eran vistos como algo raro entre los que lo conocían. Incluso era raro el concepto, derecho, entre las miles de personas que estaban sufriendo lo mismo que él, perdida de derechos que aceptaban sin más.
Pepe fue a entregar su paciencia civil al ayuntamiento. reclamaba por enésima vez alguna solución a la perdida de papeles que le estaban misteriosamente produciendo desde hacia meses. Si fuera mal pensado hubiera dicho que le perdían adrede los papeles para fomentar su desigualdad , asfixia económica, y en definitiva dolor físico que da la miseria y el moral al verse desposeído de sus derechos. Pero estaba el imperio de la ley- se decía. no estoy solo. Aun nos quedan derechos, y hay unas reglas legales que incluso el ayuntamiento debe cumplir. No estoy entre barbaros. Salió como relataremos del ayuntamiento pensando de forma diferente a estas premisas que le había acompañados desde hacia años. Tuvo una sería aclaración a su misterioso proceso aparentemente kafkiano. Hasta para joderle los funcionarios utilizaban su admirado kafka. En su caso se trataba de negación de derechos civiles, no de un caso kafkiano. Iba contra él la sociedad institucional de donde vivía. Y lo hacía de una forma inimaginable, adelantándose a la descomposición democrática y el enfrentamiento social que se iba a producir próximamente . La tolerancia de este ayuntamiento de ciudad educadora – pensó irónico Pepe al salir del monumental edificio símbolo de la corrupción democrática, civil, y económica del municipio- cultura progre de la seudo izquierda que es cómplice de mi problema: me han suprimido los derechos. Me acaban de quitar mis derechos civiles, incluso el de ser atendido- se decía a si mismo horrorizado como nunca, sintiéndose desolado y desorientado después de sufrir una repugnante escena que iba a marcarle los siguientes días, ya del año 2021. E iba a dar un giro a su forma de mirar la realidad que tenía delante abofeteándole y dejándole cao . Al llegar a la hora que tenía cita con los funcionarios ese día, no había nadie ante de él. No obstante empezó a darse cuenta de lo que le esperaba. le mandaron a esperar su turno en la calle. Allí estuvo 15 minutos hasta que llegó Mohamed, vestido de sultán de barrio con su chandal adidas y cadena de oro rematando su cuello de cordero fiel. Entonces los funcionarios tuvieron que activar los turnos de nuevo. Entró delante de Mohemed, Pepe, llegando a la mesa 2, con su típico cristal anti virus , tras el que estaba María Amparo, alias Chichi. María Amparo era una funcionaria elegante. sus gafas, melena recogida , traje de modisto que le daba aspecto de burócrata competente. Al salir del ayuntamiento se quitaba las gafas, , dejaba libre la melena, y llevaba ropa altermundialistas que le daba el aire de mujer cosmopolita y liberal. Ahora giraba una cucharilla de una taza de café sin atender a Pepe. Este no dijo nada contemplando a Chichi que parecía divertida con la escena de exclusión. Fue un rato extraño, donde daba a entender que no le iba a atender , hasta que mandó llamar a Mohemed que se puso delante de Pepe y habló.
Vengo a presentar los papeles para cobrar una prestación social, y otra para mi primo.
Chichi amable le respondió.
Tu primo tendrá que venir cuando pueda. No es por mi, es que no puedo tramitarte la documentación sin él presente. Pero la tuya mohamed , en un momento te la arreglo para que pases unas alegres navidades.
Mohemed parecía divertido.
Nosotros celebramos ramadan , pero lo pasaremos bien igualmente con dinero. Sacrificaremos corderos en nombre de la navidad, y comeremos turrón.
Eso es integración cultural- exclamo chichí dando palmaditas excitada.
Mohemed miró extrañado como Pepe se ponía detrás de él a esperar con la cabeza hundida como cristo en la cruz cuando expiró.
Un funcionario no pudo más, y rompió la escena que le parecía propaganda de vox.
Ven Pepe, que yo te atenderé como a cualquier cristiano. Cuéntame que necesitas.
Pepe se atragantó con las palabras comprendiendo que la situación eran más grave de la que había calculado. Se sentía totalmente indefenso y vencido ante estas personas del ayuntamiento dispuestas a arruinarle la existencia gratuitamente , mientras ellos se tomarían tranquilamente una taza de café haciendo en el bar proselitismo de que apoyan a los inmigrantes, los derechos humanos de todo el mundo, la libertad de expresión, fomentan la democracia.. .
Pepe miró con pena a chichi sin decir nada. Mohemed salía hablando por el móvil, y ella seguía tomando su a café con una sonrisa maligna frente Pepe, que por dentro la veía como a un enemigo de la democracia. Chichi tan moderna y tolerante, despreciando a una persona como una nazi. Pepe no protesto esta vez, se dio cuenta de que no podía escuchar sus quejas. Las que llevaba escribiendo Pepe de que los derechos de la gente en servicios sociales era violados constantemente . Realmente ese era el problema que tenía con el ayuntamiento de Vall d´Uixó desde hacia años. Si fuera un ayuntamiento democrático, él sería un ciudadano ejemplar. El modo de tratarle explicaba como era el lugar. Un pueblo donde puedes encontrarte al alcalde que no te recibe en el mercado comprando . Pepe con Chici había incluso tocado la guitarra en el mismo centro. Fue en una actividad de escuela de adultos que subvencionaba el ayuntamiento. La recordaba fuera del ayuntamiento , en su papel civil, con su palestina, sus pegatinas feministas moradas. Sus relatos de un viaje a Senegal, donde seguramente no se enteraría de nada real y viviría una fantasía progre bipolar en fase de euforia sobre gente deprimida . Sus recuerdos viajeros seguramente sesgados por su ideología de rototom , le hacían decir a todas horas que en senegal se vivía mejor que en España porque había calidez humana. Claro, siendo una rubia progre liberal con dinero entre negros mandingos llenos de moscas, encontró calidez humana. Pepe la miraba con la misma antipatía que ella a él. Para Chichí los que mal viven del ayuntamiento son vagos, gente que no se ha esforzado como ella en estar bien, ni tienen calidez humana como los de Senegal. Si pudiera los echaría del pueblo para hacer de Vall d´uixó un lugar civilizado y con calidez humana. Así era Chichí en su vida civil, la típica mujer de izquierda frívola y viajera.
Sin embargo, siempre se encuentra alguien dispuesto a pasar por alto su ideología anti democrática que impera en los ayuntamientos en nombre del deber. Andrés, un hombre elegante, fino, un poco amanerado, pero correcto y amable en el trato con todo el mundo, lanzó varias miradas a sus compañeras reprochando con el gesto el trato , !que otra cosa podía hacer para no tener problemas con sus compañeras que gestos de desaprobación !
ven a mi mesa que yo te atenderé cuando termine con este señor.
Pepe cambió de mesa empezó a hablar cuando terminó la persona que atendía , había perdido el hilo del discurso.
Ya ves lo que son los prejuicios, eres testigo de lo que acaba de pasar y a lo que me enfrento. Si pasa aquí, imagina en una empresa privada para contratarme- empezó exponiendo Pepe visiblemente angustiado .
Andrés quiso cortar algún posible escándalo. .
Ten paciencia Pepe.
¿ paciencia? – le preguntó. Llevo meses , años ,en una situación miserable yendo cada vez más abajo. Conforme me demoran la situación es cada vez peor. Os molestas que sea pobre, os molesta que venga todas las semanas a dejaros ofertas de empleo que me apunto y nadie me llama, os molesta que pida una rentas. Incluso en vuestro argot lo llamáis ayuda. No es ayuda ,son derechos . Y si vengo aquí todas las semanas es a pedir derechos. Derecho a trabajar, derecho vivir sin ser acosado como lo soy en la zona marginal y fuera de control que se ha convertido conde vivo. Y sabéis muy bien lo que pasa. Violencia de genero, acoso vecinal, asociación de malhechores, negocios turbios con sustancias no permitidas. La guerra de pos pobres contra los pobres, viviendo situaciones de perdidas de derechos de forma aislada, sin ninguna plataforma que las recoja. Ahhh, os va a ser fácil acabar con todos nosotros. Hoy vengo a poner otra instancia, y vendré la semana que viene a solicitaros lo mismo, porque no se soluciona lo de la renta de inclusión. Lo que necesito saber ¿ es que queréis? ¿ cual es el objetivo? Estáis utilizando los servicios sociales y las políticas activas de empleo para dividir a la gente. A unos les pagáis el alquiler, luz, agua, pensión ,y a otros no le dais nada. sembráis de odio los corazones y decís que sois la solución y diferentes a los otros. Lanzáis discursos diciendo que la extrema derecha trae el odio y la crispación. Lo que estáis haciendo es entregar a la gente más necesitada a los brazos de la extrema derecha. ¿ que creéis estar haciendo ? Porque yo no lo entiendo. ¿ pensáis que la gente son tan borregos como dicen ser? Yo conozco a muchos capaces de sacaros las tripas diciendo a todas horas que son borregos., dentro de poco veréis como esos borregos se vuelven en tigres, y se van a vengar de las humillaciones, la desigualdad, y la miseria en la que han vivido. Eso si vosotros que también decís ser humanistas no os habéis vuelto tigres. Si, os anunció que va a destallar una guerra de progresistas contra borregos.
chichí dio un golpe en la mesa a modo de protesta
Bueno, resumiendo Pepe. Que pongo en la instancia esta vez, la guerra de los borregos.
Ángel Blasco.
- Autor: Angelillo de UIxó (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de enero de 2021 a las 17:31
- Comentario del autor sobre el poema: junto con una pandemia se está extendiendo otra enfermedad tan peligrosa, la peste civil esta se encarga de enfermar derechos y libertades.
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 14
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