Trepo una aceleración de antifaces
Hasta aquella primera vez que me nombraste,
Hacia la lenta miel de tu imagen
Deslizándose como garganta en mi cuchillo,
Promulgándome el colmo del alma y la pera del nogal.
Contra vos, mis sacros oficios de madrugada
Y hasta el rostro de un dios que ya no recuerdo
Son inquietas reverberaciones de salitre y melodía,
Una curiosidad de fina seda quemándonos las bocas.
Podríamos arrancar Verdad de lo que quisiéramos del otro,
Meter los dedos en nuestros límpidos pantanos
Sin que eso agotase los misterios ni el vino barato.
Feroces trapecistas de un riesgo de red de contención
Entre hastíos y retiradas, casi siempre viniéndonos
A medias tintas, a volcar el tintero, semipenumbrados,
Desanudando corbatas de repeticiones.
Pero también somos monigotes de las migajas caídas
Y aquellas promesas borrachas que no nos hicimos
Sobre el bidet, las palabras y las cosas.
(Estas manchas de humildad no me hacen menos tigre;
Amo al deseo que nunca dispone camas
Para menos de tres y conmuta nuevas mañas
Como curas de una humedad milagrosa).
Esta noche me arropo con todas tus voces
En el fondo de nuestro cuarto oscuro
Donde toda negación flota en un aire de pálidos ruidos
Y cada sílaba gotea sus sombras
Hasta dragarnos de colores.
- Autor: Necrofagotimes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de enero de 2021 a las 07:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.