¿Quién condenó nuestra lluvia?
¿Señor cuál fue su delito?
¡Yo riego el edén bendito,
el hombre es quien lo diluvia…!
ah! de esta razón tan suya,
abril y mayo enfurecen,
las ramas secas se mecen,
en el ayer del candor.
Hoy se marchita la flor,
las mañanas languidecen.
La noche sin plenilunio
apaga el collar de estrellas,
se cierran los ojos de ellas,
presagiando el infortunio.
Le cuesta llorar a junio
reza Julio por la ermita,
ojalá, agosto remita,
para refrescar septiembre.
Mudos, octubre y noviembre,
por eso el trueno no grita.
Diciembre está sitibundo
lo está matando el calor,
pero enero con dolor
pujando por todo el mundo
y febrero moribundo,
en marzo sufrió un desmayo.
El “Catatumbo” sin rayo,
tiene otro aborto en abril
por culpa del hombre vil,
tampoco florece en mayo.
- Autor: Ángel Leonardo Duno B:. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de enero de 2021 a las 13:00
- Categoría: Triste
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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