Hace un viento fuerte afuera
yo en mi habitación en Costa Rica
le escucho con respeto y admiración,
mientras eso sucede han entrado unos alacranes en mi alma
que quieren montar una fiesta roja eso no me agrada eso alacranes siempre vuelven
a veces cuando los bosques están tristes, solitarios y meláncolicos y a veces cuándo están verdes y frondosos,
eso lo tengo claro,
a veces estoy fuerte y a veces cansado,
sé que tengo que expulsarlos,
en su lugar a veces invito mariposas, ardillas bellas aves y otras bellas criaturas
a veces simplemente expulso los alacranes y me duermo sereno en el bosque,
pués confío en su nobleza ya este triste o alegre, mi amigo verde es bueno
por cierto no solo me vistan alacranes a veces tengo que expulsar cuervos malos, serpientes malas y otros bichos,
pero no me importa, así es la vida no soy perfecto y a veces abro puertas que no debiera
nunca seré perfecto pero tampoco soy mediocre o de alma fría,
por eso nunca me cansaré de expulsar de mis bosques todo tipo de bichos y de invitar bellas criaturas para aprender y disfrutar de ellas
yo nunca podré descuidar mis bosques debó cuidar de ellos.
Comentarios3
Muy bueno
Los bosques hay que cuidar mucho Eduardo, no solamente para la fauna sino para nosotros mismos.
Un abrazo a la distancia,
David
Hola Arthur gracias por pasar por aquí y dejar tu comentario claro hay que cuidar muchos los bosques y toda la naturaleza pues ellos alimentan el alma, sin embargo yo me refería a bosques como una metáfora de nuestros mundos internos en este poema.
Un gran abrazo
Asi es Eduardo el viento sopla fuerte
Un abrazo
Gracias María el viento sopla fuerte pero más fuerte es la determinación cuando el amor es la luz que le da sentido a nuestro diario caminar
Un abrazo querida
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