La luz de la mañana
iluminó su caminar,
mientras sus pasos avanzaban
él llegó sonriente,
sus ojos se iluminaron
en una milésima de segundo,
cuando un rayo penetrante
causó en su corazón un pulso agitador
a su encuentro,
bello es el amor que ella encontró
en él.
Mar.
- Autor: Margarita Nicol ( Offline)
- Publicado: 22 de enero de 2021 a las 00:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 56
- Usuarios favoritos de este poema: LCRNC, Sierdi, Edwin Abimael Godinez Hernadez
Comentarios1
Pero Margarita.
Usted me debilita.
Aún es madrugada.
Y así, no diga nada.
Su luz es mi estocada.
Si cautivo sus ojos.
Su risa, su rayo y antojos.
Tal vez me perdone.
Y a usted, con su permiso.
Mil besos… le arroje.
Saludos de madrugada.
Saludos, bellas palabras..
Hola
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