REDONDILLAS: MI JARDÍN
Allá, a lo lejos se escucha
del tren su claro silbido,
las aves dejan el nido
para formar en el cielo una marcha.
Ya las estrellas se esconden.
El niño desde su lecho
siente alegría en su pecho
deja que los pajaritos lo nombren.
Los campos en primavera
hacen bailar en sus tallo
todas las flores de mayo,
de belleza como nunca antes viera.
Donde el sol derrame vida
allí nacerá una flor
que convertida en amor
a que dancemos juntos nos convida.
Las plantas mecen las hojas
brillo de puro verdor
quiere con flores , amor,
darte colores, los que escojas...
Primero está la rosita
que vestidos tiene mil,
arbusto de vaina añil
al saludar extiende su manita.
El clavel enamorado
de la Hortensia bicolor
resguarda con el calor
a la sombra que viste de morado.
El girasol mira al cielo
de reojo al caminante,
ya quiere que se levante
y juntos agradecer el consuelo.
Bajo cielos de hojalata
la comadre margarita,
dice, saberse bonita
porque sus flores tienen oro y plata.
El presumido alcatraz
presenta sus flores blancas
y con las flores que arrancas
un ramo a la virgen llevas y, rezas.
Desde uno a otro confín
tornase vuelto canción,
convierte de corazón,
festivas, las flores de mi Jardín.—
Rafael Mérida Cruz-Lascano
- Autor: Rafael Mérida Cruz-Lascano (Seudónimo) ( Online)
- Publicado: 22 de enero de 2009 a las 10:27
- Categoría: Amor
- Lecturas: 97
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.