Surcaré la exhalación de tu boca,
Lento, muy lento entre el sigilo,
Sencilla y bellamente me provocas,
Para transmitir el calor de este hilo...
Transítame con la pureza de tus labios,
Con frenesí de ansias y sin respiro en tu piel,
Bésame al minuto y sin resabio,
Bésame y bésame con tu sabor a miel...
Déjame descifrar el lenguaje de tu movimiento,
Déjame vivirte,
Déjame quererte,
Déjame sentirte cada segundo, así lo siento...
Muestrame a susurros el detalle de tu gemido,
Sublimemente escalaré el borde de todas tus colinas,
Descenderé hasta tus llanuras sin ruido,
Majestuosamente bella, inmensa y divina...
Víveme...
Mi lengua se endulzará contigo,
Eres pintura en viva corteza,
Dibujaré cada trazo de tu abrigo,
Es tan fina y delicada tu belleza...
Hazme prisionero entre tus piernas de fuego,
Déjame ser sombra, ser actor en tu pintura,
Hazte amigo de mi constante ruego,
Déjame entrar en ti, delicadamente abrazaré tu cintura...
Ven a mi lado…
Incrustame el borde de tus uñas,
Rasgame la espalda y cuidame el corazón,
Tu piel es amor, tu no rasguñas,
Con sinceridad vivamos el cuerpo en plena pasión...
Estallará la explosión del deseo de oro,
Tu respiración se agita cerca de mi oído,
Entraré en el paseo interno de tu tesoro,
Átame a tus ojos, déjame mirarte, eso te lo pido...
Estremeceme la vida, el tiempo y todos los sentidos…
Estremecete en tu espacio, en tus sensaciones y en el fondo de tu gemido...
Hagamos el amor con la pasión de tu cuerpo, con el deseo vivo,
Hagamos el amor con todo nuestro amor, con el que a diario convivo…
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