Ya se escuchan
los tañidos
del misterioso
campanero
¡brujo compañero!
domador de las horas
en el tiempo sacrosanto
sermón y anuncio
miedo al sortilegio.
La noche se calma
negros los arbustos
en la hacienda luminosa
...Marìa y José Manuel
¡prescinden del Hotel!
Cálidos ambos
como agua termal
repican los malambos
del placer carnal.
El badajo muy erecto
golpea sin dolor
sublime su efecto,
sonoridad del amor.
- Autor: Charo. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de enero de 2021 a las 13:44
- Comentario del autor sobre el poema: Son las cosas del querer, como cantaba el andaluz Miguel de Molina.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, DFV
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