La equis ya marca el lugar
donde mi cuerpo mortal
dejará de respirar
tras un asfixio letal
Donde mi mente mundana
cesará su cotorreo.
Su estupida charla vana,
su débil carnal deseo.
Ahi exclamará mi alma esclava
un grito de libertad.
Un llanto, una brama brava,
relevo de mi ansiedad.
“¡Pobre Diablo! finalmente
desnudaste tus entrañas.
Viste ya al omnipotente.
No esperes ya mas mañanas”
“Quisiste cosechar un huerto
en el hueco de la vida.
Sabiendo que el estar muerto,
no nacer, da mas medida”
- Autor: el poeta inedito (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de agosto de 2010 a las 16:58
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 100
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