Eres, promesa de lluvia que ingenua en la noche remoja mi hombría
Entre la niebla y el vaho que silentes abrigan pasión y suspiros
Hasta aquietar en tu pecho, las ansias y anhelos con tibias caricias
Eres, sonido del tiempo que atado a tu cuerpo se mide en latidos
La mirada inocente que entre penumbras advierten el torso desnudo
Colmando de terneza y besos furtivos, la luna y el alba
Eres, el viento y la estrella que entre penumbras irradian ternura
La hierba del campo, el río y el bosque que añora mi alma
Para reposar los cansancios, la vida y las ansias del tiempo que expira
Eres, la brisa marina que inocente y crédula dan paz a mis alas
Para volar al horizonte que desde la distancia me ofrecen tus labios
Exculpando piadosos mi sed y quebrantos
Eres caricia furtiva, la bruma en la cima de tus pechos angélicos
La nube de encanto que entre las sábanas abraza mi espíritu
Para olvidar los fantasmas que en las memorias se muestran cautivos
Eres camino insondable, distancia insalvable, espuma y arena
Roció de aurora, que humedece mi palma en tu vientre clemente
Hasta convertirnos en fogata que incendia la espera , el alma y la piel.
- Autor: Jose Barrientos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de enero de 2021 a las 10:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 66
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.