La promesa

Fue la promesa que soñamos toda la vida, casi un juramento con una herida de sangre para unirnos, como en mi fantasía.

Serte fiel y dedicarte palabras llenas de dulzura para ahuyentar la melancolía, como una caricia cuando apenas nace el día.

La promesa tenía apariencia de ley en busca de justicia, ingenuamente creíamos que el tiempo algo nos debía.

Una vez más ofreciendo una disculpa en lugar de explicaciones, pues es imperdonable dar un "no" como respuesta.

En tus ojos veo lágrimas, causadas por una promesa vana envuelta en hipocresía, la consecuencia es una anécdota vacía.

Las historias no vividas devoran hasta la mínima posibilidad de alegría, comparable sería pasar de un cálido sueño a una fría pesadilla.

Las maravillas no se agotan todavía, me queda tu rostro dibujado en un roble indestructible para la sequía violenta.