Las aguas mansas

No te olvides que del otro lado del río están los árboles y los mejores frutos, así dicen los que te aconsejan a no abandonar la aventura, sin llegar a la vagancia, cruzar ese río es símbolo de ver finalizados nuestros esfuerzos, la otra orilla nos permite saber que en efecto nuestra lucha fue del todo favorable, allá una vez instalados tal vez y como casi siempre sucede nos permitamos añorar y dudar de que, ¿si lo que ahora tenemos enfrente y lejos de nuestro alcance quizás era mejor? La duda existe y no lo sabremos sino cruzando nuevamente.
Regresar, en la vida lamento no tener un método para volver a acomodar las cosas con ese orden anterior, es diferente puesto que la mente y situaciones de lo cotidiano en las personas, no esta en nuestras manos, así que la regresión es falsa y efímera, parece igual pero dentro del espacio que guardan las cosas y los tiempos hay esa separación final que no nos permite ahora estar donde nos salimos, de donde partimos.

Lo cotidiano por otro lado nos empuja al río, nos lleva a distanciarnos de lo que amamos, nos mete en sus aparentes aguas mansas donde realmente se ocultan remolinos profundos, nos sumerge y al final tenemos que abandonar llevados a donde no sabemos, puede ser la otra orilla o lejos de donde estamos, así que hoy no es ayer ni mañana se parece al pasado, nunca jamás las cosas regresan, las manos del que nos toca asustado y yéndose con la corriente nos entristece y sin saber que hacer, lo miramos partir, a veces flotando, a veces ya en la rivera ajena, o el río se lo traga finalmente y nunca lo volvemos a ver. Lo mas interesante es que.

Siempre en medio de todos nosotros estará esperando ese río tranquilo y sereno con sus aguas mansas.

Sabemos que luchando y negando la realidad engañamos a la mente, quizá y sea conveniente, por que en apariencia las personas que se niegan a irse, tanto como las que los retienen, viven tranquilas, y serenas, pero yo creo que no. Que siempre los separa una inquietante duda, y mirando sentados hacia el río se preguntan si aquellos árboles y aquella orilla alguna vez la podrán alcanzar.