Vas cubriéndote de una parra que transparenta
Tus límites, tus profundidades,
Tus antojos de rey romano.
Voy sembrando memoriosas constelaciones
Entre tus palabras, gemidos y gestos
Como quien inicia otro génesis distinto
Y aplaude a Eva por devorarse todo el árbol,
Hasta su último mal y su primerísimo bien.
He aquí la salada carne de mis días
Entregada a las eufóricas bestias de la noche
(Tú entre ellas, con tu hermosa epilepsia
De evolución y barbarie, siempre
Más sonriente luego de la primera mordida).
Sigo añorando la almohada de tu cuerpo
Para mi dócil desvelo, te busco
En una fiebre de sonidos sin semántica.
Mi piel de palo santo ardiéndose
A cámara lenta, a aceleración por la 76.
Pegado a tu nuca, imbuido a tu costado,
Este es el viaje y qué me importa el Destino.
- Autor: Necrofagotimes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de enero de 2021 a las 03:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Versatus
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