Con la angustia pensé en un sagrario,
y cómo se transformó en Holocausto.
Quería saber y ver ese raro escenario,
que fue brutal y dejó un final infausto.
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Polonia, a ti llegué a ver las verdades.
Desde niña veía el drama con horror,
en tu suelo y recintos se fraguó dolor.
Venían inocentes de disímiles edades.
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Nunca imaginé en mis precocidades,
que tal infierno existiera, en realidad.
Allí, se cometieron magnas crueldades
y lo que se dijo, era una gran verdad.
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Juré que iría, no quería, me contaran
lo que mi sensible corazón percibiría.
Y así lo hice, aunque unos se burlaran.
En mi alma sabía que era una osadía.
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Obstáculos se cruzaron en mi camino
Pero, mi afán de llegar fue más fuerte
Y llegué, para mirar la obra del asesino.
Todo se dio como esperaba, tuve suerte.
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Aquella soledad testigo de tal tragedia
aún me habla al oído y escucho el grito.
Cuánta pena, tanta injusticia que asedia.
Y, allí, por los caídos, hice de la fe, un rito.
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Mi curiosidad no mató la pena y el dolor.
Sí, me hizo más humana y más sensitiva.
Miro atrás y agradezco que vi el horror
y, hoy reconozco las conductas lesivas.
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Auschwitz, aún existe, donde hay verdugos.
En los suelos teñidos de sangre inocente
y donde han habido inmolados por los yugos.
Allí, quedó el mal, como recuerdo viviente.
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Mi alma teme por éste, mi suelo que sufre...
Venezuela está de luto y la maldad la cerca,
Satanás anda tirando sus vapores de Azufre.
Oración pedimos, pero la gente es muy terca.
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¡Nunca se ha de olvidar el mal que acecha,
ya que a esta hora el mal no tiene fecha!
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Autor:
Rainajim (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 29 de enero de 2021 a las 12:17
- Comentario del autor sobre el poema: Entre los objetivos que siempre ocuparon mis deseos, uno fue ver este escenario de horror llamado Auschwitz con mis propios ojos..Para ello, visitar Polonia era inminente y Varsovia era una estadía obligada. Así una mañana fría procedente de Letonia- Rigas- llegué a a Polonia, específicamente a Varsovia. Al fin, en Varsovia, es esta una ciudad en movimiento, pero opacada por las culpas y el terror que tuvo lugar en ese suelo..Después de visitar la triste Varsovia, la ciudad de las capillas ardientes, así la llamé, al ver que en cada esquina o plaza había una o varias velas o llamas encendidas en honor a los caídos, que fueron miles de miles. Todas con sus respectivas placas. Hoy, Varsovia intenta ser una ciudad bonita y alegre, pero un halo de tristeza se cuela por los marcos de cada vieja vivienda y las ventanas de los sótanos de la muerte, parecen gritar auxilio ante el mutismo de los transeúntes que caminan sus calles, con un silencio, casi reverencial.Muchas deudas pendientes, y acicalamientos en marcha. Las ciudades que han sido tinglados de guerras deben limpiar sus auras, porque las sombras de la muerte las visita, pidiendo reivindicación.La historia está presente en cada edificio que quedó en pie. Estos sirven para testimoniar la devastación de la guerra. Y también, para atestiguar que hubo traslados, gas, cenizas, gritos, asaltos, muertos y sangre, sobre todo sangre. Muchos pudieron hacer algo, y no lo hicieron. Eran judíos, decían. Nunca pensaron que después serían todos. Mi afán era llegar a Auschwitz, para lo cual debía ir primero a Cracovia, una ciudad de múltiples contrastes y morada de judíos. Este suburbio, en comparación con Varsovia, es una bella ciudad jardín, es antigua, pero señorial, y se mantiene fiel a sus historias. Nadie imaginaría que justo, a menos de dos horas de esta linda ciudad, están edificados dos templos del terror y de la muerte: Auschwitz y Birkenau. Por cierto, era allí, donde llegaban todos los trenes venidos de Italia, España, Portugal, Varsovia, Rusia, Checoslovaquia, Budapest y Alemania...Todos los dictadores del momento, hicieron alianzas con Hitler, para enviarles a los repudiados judíos, políticos, poetas, locos, enemigos, gitanos, negros, en fin, lo que estos tiranos consideraban “la basura humana”.Corolario:La complicidad en la violación de los DDHH, de los seres humanos, es un delito que no prescribe y todos somos responsables al permitir que el delito ocurra ante nuestros ojos y no hacer algo. Una pequeña ayuda a tus semejantes no te va a hacer más bueno o malo, pero si, es preciso saber que la humanidad requiere de tu cuota de humanidad, en silencio y anónima, si lo prefieres, pero efectiva y presente. “RECORDAR QUE EL MUNDO ES UNO SOLO Y QUE TODOS LOS HUMANOS SOMOS HERMANOS, NOS AYUDARÍA MUCHO. Saludos. Raiza N Jiménez Rnj.
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 55
- Usuarios favoritos de este poema: Yolanda Barry, alicia perez hernandez, Alex R. Palacios
Offline)
Comentarios1
Parece mentira que haya habido seres humanos con tanta crueldad.
El poder, el dinero, la ambición, conllevan a la muerte indiscriminada de miles y miles de personas.
Qué habría dentro de esas macabras mentes?
Pensar que fue una realidad que para muchos, sólo fue y es historia!
Gracias por traer tus letras tan fuertes y reales al portal.
Un abrazo.
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