Como una Diosa Griega

MEdsberg

Y mis manos van recorriendo tu cuerpo, que es mas que un cuerpo. Es la representación de todo lo que me gusta hecho carne, hecho materia. Es la representación de tu esencia. Hecho para que yo pueda amarte, y para que llenes de sentido mis mas profundas dudas. Benditos nuestros cuerpos cuando se juntan, benditas nuestras manos cuando se acarician, y benditas nuestras miradas cuando se encuentran.

Y hasta puedo ponerme cursi y decir que tu cuerpo es obra de antaño, esculpida a mano por los antiguos griegos. Vos serías la Diosa a la que los antiguos adoran. Tus dos ojos tendrían el poder para derribar una ciudad entera. Tu tendrías el maldito poder, de hacer de mi vida lo que tú quieras. Yo sería tu súbdito, tu peón, tu amante a escondidas, el que te hace el amor sobre cualquier pirámide. Nuestros cuerpos serían dos universos embalsamados, dándose magia recíprocamente para saciar nuestros deseos.

Y por ti lucharía contra el más temible ejército, a punta de espada, para lograr ser de tu preferencia, para demostrarte cuanto amor cabe dentro de mi pecho. Para poder hacerte feliz, y darte el lugar que te mereces. Y por las nubes viajaríamos, enseñandote ciudades que conquistaría por ti. Y por el cielo flotaríamos, hablando de lo hermoso que es vivir. Y por el aire pasaríamos, deseando fundirnos en un solo cuerpo. Y por la vida andaríamos, desandando caminos y atravesando aventuras, para seguir siendo felices.

  • Autor: MEdsberg (Offline Offline)
  • Publicado: 31 de enero de 2021 a las 21:07
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 22
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios1

  • Romey

    Vuela, vuela a su estela,
    galán, en tu galera
    o caravela conquistadora,
    y en tu bandera la calavera,
    libre líder pirata cual Sandokán,
    el tigre de Malasia.
    Conquistarás tu amada tierra,
    y eya será tuya, Paris, enamora
    a tu Helena, y que arda Troya,
    y si ha de ser, que sea ahora, ya
    no la dejes irse sola,
    gesta tu epopeya y dásela
    a eya toda, pues tu homérica gesta
    es la prueba que demuestra
    que la amas, que la adoras,
    que tu alma entregas
    a esa Griega Diosa



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.