Amanecer treinta y ocho

Amanecer treinta y ocho

Dia de mierda,
cambia el mes, cambia todo...
protocolo lo llaman.

Te maltrataron en la noche,
estabas enojada, lo presentí,
te dejé sola y sin poderte defender.
No se porqué las personas estudian algo,
por necesidad, no por vocación,
la costumbre acaba con la eficiencia
y crea más riesgo que la improvisación.

Mi enojo fué absoluto,
no es justo que la dedicación de estos dias,
la vulneren en una noche
y se cometan tantas fallas en unas horas.

Cuando de la salud se trata,
no sirven excusas,
la vida no las admite.
Perdóname mi amor,
prometí cuidarte...
me deje vencer del cansancio,
te abandoné a tu suerte,
no pasará de nuevo.

Sigue tu mejoria,
no te detengas,
estás con sensación de abandono,
no has querido responder a mis preguntas,
tu respiración volvió a extremos.
Dios, que ocupado andas
y yo necesito de tu mano.

No puedo acercarme a ti,
no puedo abrazarte como siempre,
mi desconcierto es total
y descubrirías mi tristeza,
debo transmitirte valor, tranquilidad
y si yo no las tengo...

Tanto luchar dando pasitos,
que nos hacen avanzar poco,
pero los resbalones...
ufff, que mucho, nos devuelven.

Hoy me siento como ratón gordo,
en congreso de gatos,
no volveré a estar feliz,
pareciera presagio de una gran tormenta.

Vuelvo a sentir la desazón del principio,
no quiero que te debilites en tu lucha,
sigue, amor, yo velaré para que todo esté bien.

Tu temperatura sube,
tu desconexión vuelve,
mi angustia crece...
Sin duda, dia de mierda.

Ron Alphonso
1 de febrero 2021