La mujer atrapada y el espejo que le hablaba

Mirando al tiempo sintiéndose atrapada sin estarlo,
Mirando la rosa ya marchita como si sus pétalos ya no perfumaran.
Envidiando las coloridas alas de la mariposa
sin entender que también algún día vivió como gusano,
sin entender que para aletear sus alas tuvo que romper la pupa que la acobijaba.

Mirando al tiempo con enojo y arrepentimiento,
sentada en su agonía acariciando su desgracia,
resintiendo su apatía sin saber cómo abandonarla,
el tiempo como arena en el espacio se desintegraba,
y ella atrapada dentro su espejo perdió la sonrisa que la guiaba.

El tiempo la miraba con paciencia y con gracia,
como mira la arena a las impertinentes olas anticipando su choque
..., preparándose para resistir su rabia.

Buscando palabras que pudieran consolarla se sentó el tiempo junto a ella para confesarle:
Que algún día la ilusión se revolcó con la desesperanza,
Que aquella flor marchita también tuvo días de magia,
Que aún se despegue su sépala-lo hace para que sus pétalos abran,
Que el gris no tiene resonancia si el negro y el blanco no hablan,
Que a la rosa marchita también se le debe su homenaje y que aun marchita perfuma su baño.
Que el arcoíris no se manifestaría sin el pesimismo de la fastidiosa lluvia.

Que todo tiene un ritmo y no todo se baila,
Que solo el que intenta ver más allá de las nubes puede ver el sol asombrarse,
Que las noches de insomnios son para abrir portales,
Que el tiempo se mueve-se conmueve y espera a quien le llama,
Que ninguna prueba es mala si entiendes la enseñanza,
Que sin el sacrificio y muerte del invierno no hubiese flores en mayo.

Entonces amada,
el tiempo no es tu enemigo si sabes conquistarlo,
son tus experiencias la espada para enfrentar cada batalla,
no estas atrapada, tampoco silenciada
busca y escrútate por dentro hasta encontrar tu magia.

©LeydisProse
2/2/21
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