MI PALABRA

Si juntamos toda la sangre
que me costó tu nombre,
tendríamos la historia de mil batallas,
masacres anónimas
y un lento fusilamiento del amor.

No sé cómo evocarte en estas calles
con una luna de culpas
que reclaman tu perfidia
y derraman gota a gota el dolor

Por qué nadie pregunta
¿cómo se siente morir cada noche?
Miro sobre el hombro
la soledad
que me enseñaste;
viaja en mi equipaje
con tu lenguaje ausente
y siento tu sabor lejano
en mis labios.

Muero en la vida que me diste.
Muero en la vida que me heredas,
con débiles argumentos
e insostenibles paradigmas
que ya no responden
a mis porqués.

Mi palabra
son las cuatro hojas
de mi suerte
cortadas de un trebol
que murió seco, sin agua,
sin cariño, sin amor.

Ayer vi la tristeza,
tomada de mi mano
y los diarios hablaban jerarquicamente
de nuestro fracaso,
¡Qué inconscientes!
no habían clasificados
de "se busca",
sólo obituarios, torpes, idiotas,
imbéciles, benignos y moderados...
Todos con letra profunda, severos,
pero en su orden.
Todos grafitearon
a su modo
lo que calladamente
traía grabado mi corazón.

Hoy nosotros
ya no somos los mismos.
Mi palabra emigró,
tirando abajo las puertas
de la historia,
dejando al descubierto
los huesos
de mi pensamiento,
mi quehacer de humano,
mi campo de batalla,
mi pecho y tus balas
y caí abatido
en un pétalo de flor.

Mi palabra impugna
tu futuro
con argumento ultraista.
Al decir tu nombre y mi amor,
una libélula detiene su vuelo.
Decía mañana
y el futuro transparente venía como animal domesticado
a mi encuentro. Hoy no.

Tu palabra descerraja el tiempo,
hace guiñapos
los segundos
y no deja historia en mi geografía.

Mi palabra cabalga los árboles
y navega en el viento
haciendo sentir su aroma
entre los cafetales.
Hace girar el día, la noche
y hasta las fases de la luna.

Tu palabra es olvido,
la mía es recuerdo
Tu palabra es pasado,
la mía es presente y futuro

La tuya forma tempestad
asola rancherios
e incendia las praderas,
pero este territorio es mío
lo forje con semilla impetuosa
y se esparce más allá
del azul de las montañas,
donde más te duele mi paisaje.
Así es mi palabra, pura,
llana, simple, sencilla
y profunda...
que a pesar de todo
aún lleva enredado
tu nombre.

JUSTO ALDÚ - JULIO STOUTE
Panameño
Enero 2021
Derechos Reservados