Tengo que confesar que me gustas.
No te conozco, pero,
Te he escuchado atentamente hablar,
Y me gusta.
Me gusta como piensas
Como te expresas
Me gusta tu aire bohemio
Y esa risa dulce e inocente.
Tan juvenil, tan simple,
Con ese aire de caballero.
Me gusta que puedes opinar de tantas cosas
Con profundidad y decoro;
Me gustas por inadaptado,
Porque eres diferente,
Porque no es común encontrar un joven como tú
Con el corazón intacto
Y la mirada centelleante.
Me gusta lo que te gusta,
Me gustas porque pareces una de esas almas
Que han vivido mil vidas;
Y hasta me parece estúpida la ironía
De que encontré alguien afín a mis gustos
Pero a quien ni de riesgo me acercaría.
Así que, para variar,
Me repetiré aquí varias veces que me gustas
Porque de ese modo es que me deshago
De las cosas que vuelcan mi vida patas arriba.
Es que tú me gustas, muchacho.
Me gusta que te gusten tanto las letras.
Me gusta ese aire de viajero literario
Que dejas entrever tras tus ideas.
Me gusta que te guste la música, el arte,
Y me gusta que seas uno de esos pocos sensibles
Que se entrega a lo eterno,
Y se deja envolver por lo sublime.
Me gusta que también tengas el secreto
Del oxígeno que se respira
En la atmósfera de los exiliados.
Y me gusta como ves el mundo
Tan fragmentado, tan transparente,
Me gusta que conectas a tu modo
Las miles de vidas que en la historia
Se han entretejido
Abrazadas a las grietas del tiempo
Todas tan diferentes y parecidas
Unas silenciosas, otras ansiosas
Por descubrir esas respuestas
Que nos llenan de interrogantes
Para perseguirnos toda la vida.
Me gustó leerte, compañero,
Porque al charlar con una parte de tu pensamiento
Me reconfortó lo que encontré allí
Y eso me hizo pensar que definitivamente me gustas.
Pero, bueno, chico estereotípicamente inadaptado
Aquí estaremos
Y me gusta que sigamos así, que no sepas de mí
Y que ni siquiera imagines
Una sola de estas cosas
Sobre lo que realmente soy.
Porque yo sí que moriría de la pena
Si te llegases a enterar
De que me gustaste cuando apenas y podía suponer lo que eras.
A mí aquí donde me ves, nada menos,
Soy una evidente causa perdida,
Poco cautelosa, evidentemente inacertiva.
Así que aquí te dejo,
Como mi falsa proyección,
Y me aferro a pensar que no eres
Tan maravilloso como te imagino
Porque de ese modo, por mucho que me gustes,
Es que logro mantenerme a salvo a mí misma.
- Autor: Stella Polaris (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de febrero de 2021 a las 03:44
- Comentario del autor sobre el poema: Es primera vez que publico algo de lo que escribo. Es mi forma de canalizar lo que siento y pienso, no tego ninguna otra intención con ello. Aquellos a quienes les guste lo que hago, mis más sinceros agradecimientos por darme la oportunidad de ser leída.
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: Raúl Carreras
Comentarios1
Bienvenida a compartir...
Me gustaron estos versos:
"Y me gusta que sigamos así,
que no sepas de mí
¡Qué te entregues a lo eterno! "
Muchas gracias, Luis Angel, me siento felíz de ser bienvenida en este lugar. Son una comunidad muy linda. Esas líneas que mencionaste son parte de la escencia del poema, es todo un gusto para mí compartirlas y que te hayan agradado.
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