Subsiste menos un hombre que un cerillo,
pero el sol prefiere su fulgor,
a pesar de estar expuesto a que te borren de la nómina de la vida,
y no puedas seguir la senda de los dioses.
Todo lo que apremia pasara pronto,
sólo hay que querer la luz,
estar atento a cada amanecer,
ser siempre testigos del vaivén de los girasoles.
El magnífico coloso del tiempo avanza con paso seguro,
nos va dejando solo ramos de algas y corales,
un vasto cielo de diademas con estrellas ciegas.
Tiempo que siempre conviertes a la vida en una nueva geografía,
prodigiosamente pasarás cantando a la luna,
llegarás apresurado para ir tras el viento.
- Autor: Fernando Endara (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de febrero de 2021 a las 12:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 58
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela
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