Hoy te vi
a lo lejos
al principio.
Te vi
a lo lejos;
no hice nada
(eso creo).
Como premonición,
las manos me
sudaban, mi corazón
palpitaba, galopaba
embravecido:
corría por mis
arterias y todo
mi cuerpo
la excitación
velada del inexistente
y teórico
primer beso.
Aunque no vi tus
ojos
ni su profunda
negrura
me arrullaron
silenciosamente
con un ritmo
solemne y tosco.
Mis manos
sudaban oprobiosamente,
mi corazón aún no
reparaba ni se detenía,
no dejaba de palpitar.
Mis manos sudaban
oprobiosamente,
mi lengua tuvo
la insensata
necesidad
de relamer, desesperada,
las grietas en las
comisuras
de mis labios
desprotegidos,
como todo yo.
Tal vez
este pasaje
no repercutra tu
conciencia ni
horade tus pensamientos
cerrados a la imagen
mía
tan escarnecidad
por hechos
olvidados,
dices tú,
suprimidos,
creo yo,
pero tan frescos
y latentes como
la figura tuya,
aquesta que me hace
un nudo la garganta,
y, la caja de una guitarra
el pecho.
¡Te amo!
- Autor: Macedonio IV ( Offline)
- Publicado: 5 de febrero de 2021 a las 13:03
- Categoría: Amor
- Lecturas: 37
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