Amanecer cuarenta y tres

Amanecer cuarenta y tres

Hoy fue un día maravilloso,
lo decreté al despertar,
con unos calambres musculares terribles.
Pensé en que tu,
en ese lecho que castiga tu cuerpo,
no puedes decir nada,
soportas todo y a veces sonries.
Quizá no entiendes qué pasó
y eso te cuestiona aún más.
Yo, el hombre de la casa,
me iba a acobardar por un dolorcillo ?
nada, me incorporé y solo grite fuerte,
buenos días Dios,
buenos dias mundo,
prepárense que ahí voy...

Te encontré despierta,
sofocada por el calor,
me propuse no reclamar,
aceptar, tolerar,
se dañó la Glucerna y solo pedí una nueva,
te arreglé para esperar el baño,
utilizamos agua templada para refrescarte,
tu batica verde,
luego dos colitas a lo chilindrina,
te veias hermosa
y no era reflejo como dicen los especialistas, cuando les cuento tus progresos.

Busqué al sacerdote para la comunión de tu vecina
y te suministraron la unción de los enfermos,
te concedieron la reconciliacion con Dios,
ahora si vamos sobre seguro,
ya verás, mi vida.

Estuviste más activa,
hiciste seña de adiós a la Terapeuta,
que resultó ser una chica vecina a la casa.
Dios es un bromista total.
Mostraste a los médicos tus progresos,
terminamos el antibiótico de los 42 dias. Empezamos la etapa de reconocer las secuelas
y empezar a rehabilitar.
Aqui estaré yo,
enseñándote todo,
limpiando el camino para que pises sin temor.

Hoy descubrí que te amo,
con toda mi alma,
que eres parte de un plan de Dios
para hacerme un ser humano mas real,
menos soberbio,
un hombre que llora sin temor a que le digan "nena",
como cuando eramos niños
y no se nos permitía llorar.

Hoy sé que llegaste a mi vida
para probar mi verdad,
por eso los tiempos justos.

Hoy sé que cuando te digo, mi vida,
es porque eso eres,
un resumen de mis errores y aciertos,
mis muchos defectos y escasas virtudes,
me tienen probando contigo,
mi talante y fe,
esa es la trampa con que gané,
que fué por ti, mi Morita de la vida.

Ron Alphonso
6 de febrero 2021