Esencia de vainilla

Se me hace devastadora la capacidad en que la mente humana recuerda hasta los mínimos detalles que para cualquiera pasan desapercibidos, los pequeños e insignificantes momentos, aquellos que no son mucho pero al menos no son nada.

He pasando noches enteras tratando de recordar los motivos por el cual la flor fue más importante que el jardín entero, pero siempre he llegado a la conclusión de que quizá tenía mejor aroma, una mejor versión de todo el jardín que en el olvido quedó, una verdadera injusta clasificación.

Con el paso del tiempo comprendí que quizá todo lo que se necesitaba era un poco de atención, atención que se me fue negada, durante tanto tiempo, empecé a despertar esa parte de mi que creí oculta, esa parte que todo ser humano posee, esa cruel y retorcida personalidad que la mayoría quiere ocultar.

He conocido mucha gente de vainilla, su aroma es atrayente pero una vez que la pruebas te das cuenta de lo amarga que es.

La incapacidad de permanecer bien e intentar actuar correctamente cuando a simple vista, por más mínima que sea, a una persona de vainilla que creiste superada pero que con su mera presencia abre heridas que pensaste "curadas" esas personas que con su amargura logran hacernos olvidar todo el tiempo invertido en hacerlas "sanar".

Pequeños e insignificantes momentos que mi mente se empeña en hacerme recordar, se han convertido en el motor por el cual deseo las respuestas encontrar.

Llevo mucho tiempo huyendo de todo, y los siento, todo el maldito tiempo, aunque ya nose dónde termina tú tristeza y empieza la mía, pero, para ser honesta, ya no me importan estas cosas, sólo quiero que toda esa esencia de vainilla desaparezca.

- Mel