Inmóvil la princesa se ha quedado,
como muñeca de cera en un instante.
En su mirada se ven unos ojos grandes,
en sus manos un ramo de rosas apretado.
Se ve en ella un miedo in-controlado,
sus manos y sus labios delirantes.
En su madre unos ojos pensantes
en su padre se le ve con rostro preocupado.
La llegada de un hombre que entra al salón,
Quien se acerca despacio a la dama
Pregunta el padre que hace aquí el peón
un silencio en la iglesia y la mía campana
la oración del gitano que va de paso
corriendo la princesa, cae enamorada en sus brazos.
- Autor: Yo Claudio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de febrero de 2021 a las 22:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, María C.
Comentarios2
Preciosos SONETO en un relato sorprendentemente hermoso.
saludos amigo y poeta Claudio
Un SONETO muy bien hecho
Un saludo cordial
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