Dos

Yo no me quería, ella no me quería, yo no la quería, ella no se daba cuenta de su falta de amor

Sin embargo osamos amar como si fuera cierto

Ella vio resplandecer su dolor en mis pupilas y sus ojos brillaron con frío adentro y chispas de sol 

Nadie conocía el amor pero jugábamos a correr tras sus pasos y cada paso se borraba con el paso nuevo

Pero aún así juntamos las heridas en un charco de dos  e hicimos nacer dos ríos de melancolía 

Dos orillas de sueños rotos

Y el amor sonreía desde arriba y se sentaba a la sombra de dos que eran una sola lágrima dividida en dos extremos

Yo la conocí como quería ser conocida hasta donde su rostro alcanzaba a dibujarla 

Ella me conoció hasta donde quise dejarme ver

Como un espejo de agua clara en donde lavaba su corazón desnudo dejando al fondo los restos de sus ilusiones y se levantaba de su profundidad

Como una ola que pasa y se hace ausencia entre el mar del olvido 

Y se hace música de viento

se adhiere en la superficie del cosmos

Como arena y sal pegada al cuerpo que con un leve movimiento cae a la superficie

Con toda la negrura del vacío que llena y todo el universo que esconde 

Mientras tanto el amor se mece en una estrella a lo lejos  en un azul profundo sueño de dos 

Dos almas rotas de noche 

Dos relámpagos de tristeza

Dos inocencias que se encierran en el centro de una flor que se deshace 

Y vuelan con un soplo de recuerdo 

hasta la punta de un astro sin nombre  donde reposa el amor 

El amor verdadero que nunca fueron 

La inmensidad que se trago sus miedos 

Un murmullo de dos 

Dos tiempos dos silencios

 Dos que intentaron amar sin amarse

 Dos cuerdas rotas del arpa de un ángel