Voy cantando en un sendero
cubierto con piedras grises
mil canciones sin desvelo.
Las canto casi en susurro
de esperanzas que se apilan
de tanto mirar al suelo.
A veces las canto a gritos,
saltando desenfrenada
dando vueltas a lo loco
alrededor del destino
que me come las entrañas,
arrojando los ponchazos
que le dan vida al momento
subiéndome a una montaña
expresando lo que siento
caminando mi camino,
arrastrándome vencida
para besarte los pies
cuando no encuentro salida.
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