Diosa blanca

Jesús Oscar Ugalde

Puse tu mano en mi pecho,

y un mensaje tan ilusorio,

magníficamente manufacturado:

Como un guerrero determinado

he de bendecirme en las fuentes de tu dicha

y la cuesta lograda en tu corazón mi alegría.


Diosa blanca,

sublime mirar,

fatua superficie,

oh, tu imagen ansiosa en mí...

tanta soledad fue tu muralla.

 

A través de la nostalgia se oscurece el valle de la vida,

tu eco vuelvo a sentir, amada mía:

mujer de pechos florecidos, rosa perfumada,

cintura ceñida en mis caprichos.

 

Y desde entonces,

en los ecos de las otrora estridentes voces,

en un oscurecido valle,

diosa blanca marchita,

fatua superficie,

tanta soledad sigue siendo tu muralla.

  • Autor: Jesús Oscar Ugalde (Offline Offline)
  • Publicado: 18 de febrero de 2021 a las 05:32
  • Comentario del autor sobre el poema: Hace más de diez años la conocí. Me había flechado, pero fue tan distante ella desde que yo le declaré lo que sentía. Y a tantos más rechazó, y sigue sola como entonces (en espera de un adonis, que sigue sin llegar).
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 30
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