Pasan lentos los peces, atravesando
los ojos paulatinos, sombríos, silenciosos.
Ocupan su terreno de arena las vestales
de luz que inundaron mi lengua de oscuridad.
Yo, este cántico inaprensible, pasaremos,
como demonios invencibles, los lagos que asaltan
la caverna proscrita, las pavesas metalúrgicas de los testimonios.
Y este testamento de gloria, de orgullo derribado,
bajo nombres prescritos, como sombras en la inmensidad
aplanada, fundirán en mitos, sus cuerpos como idiomas
que escribiré muerto.
©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 18 de febrero de 2021 a las 07:33
- Comentario del autor sobre el poema: Un abrazo, queridos lectores y poetas del Alma!!
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: Virginia Marie, Augusto Fleid, Jorge Horacio Richino, Lualpri
Comentarios2
Muchas gracias a esas dos personas- supongo que serán dos en vez de una-, que me leyeron en este poema. Un abrazo a todos!!
Yo te leí, no sé si me incluyes en esas dos!
Un abrazo!
Muchas gracias por ello, Jordina, un abrazo!!
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