La Marca del Lobo

Kinmaya

La tarde caía sobre un manto de luz dorada que lo impregnaba todo. Los exploradores de aquel camino mostraban el cansancio de un día muy largo entre las escarpadas montañas. Ya se podía escuchar sus jadeos dibujándose en el aire junto al rocío frío que comenzaba a caer.

Caminaron por un angosto sendero que bordeaba el bosque, un bosque al que no pensaban ingresar considerando el comienzo de la noche y lo poco que conocían el lugar. El silencio les llamó la atención.

Mientras miraban donde acampar, encontraron un par de mochilas abandonadas, y se percataron que a unos metros había un risco que marcaba un gran abismo. Pensaron lo peor. Con mucho cuidado, y mientras revisaban el lugar, un sonido repentino rompió el silencio. Venía desde corazón mismo del bosque, lo que llamó la atención de ambos amigos.

Este parecía aumentar tanto en intensidad como en fuerza, hasta que el sonido, casi cavernoso, se detuvo abruptamente. Inmóviles y confundidos, los amigos exploradores cruzaron con gran angustia la mirada, la adrenalina  estremeció sus cuerpos y llenó sus venas de estupor; sus músculos se prepararon para correr, y con la poca luz del día que quedaba, quedaron petrificados con lo que vieron. Con gran asombro pudieron observar que habían quedado entre el abismo, el bosque, y el ultimo rayo de luz que se ya se esfumaba.

Cuando se disponen a abrir sus mochilas, en un acto casi reflejo y deseperado para tomar las linternas, un jadeo profundo y cavernoso se instaló entre sus oídos. No pudieron articular palabra alguna; un líquido viscoso comenzó a deslizarse por sus cuellos casi paralizados. El aullido se volvió brutal. Las enormes fauces engulleron todas y cada una de las palabras que quisieron pronunciar; solo el hedor quedó suspendido en el bosque.

Ellos; solo intentaron correr.

Él, escupió las mochilas...y se escondió nuevamente en el bosque a esperar.

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Comentarios5

  • alicia perez hernandez

    Cuando se disponen a abrir sus mochilas, en un acto casi reflejo y deseperado para tomar las linternas, un jadeo profundo y cavernoso se instaló entre sus oídos. No pudieron articular palabra alguna; un líquido viscoso comenzó a deslizarse por sus cuellos casi paralizados. El aullido se volvió brutal. Las enormes fauces engulleron todas y cada una de las palabras que quisieron pronunciar; solo el hedor quedó suspendido en el bosque.

    Ellos; solo intentaron correr.
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    Qué bárbaro que ingenio e imaginación, me mantuviste en SUSPENSO!! a la orilla de la butaca. es tu arte dibujar relatos en tu decir y sentir poético.
    Abrazos y saludos poeta y amigo Kin

    • Kinmaya

      Sí amiga, me atraen este tipo de relatos, pero no me gusta la sangre ni el morbo, me gusta la tensión, el suspenso y el misterio...al límite.

      Gracias Alicia...muchas gracias.

    • Freddy Kalvo

      Muy intrigante relato mi estimado Kinmaya.

      Abrazos fraternales

      • Kinmaya

        Gracias estimado Freddy. Estoy en una etapa exploratoria, pues este tipo de género me seduce mucho.

        Un abrazo para ti, siempre.

      • Romey

        Así es la fuerza de la naturaleza oscura del ser profundo, de nuestra alma/mente
        Es magistral tu narrativa, extraordinariamente vívida

        • Kinmaya

          Estimado San Miguel, un placer recibirte entre mis letras. Quiero que sepas que atesoro mucho tu comentario. Estoy en una etapa exploratoria, seducido por esa naturaleza profunda de nuestra mente/alma como tu bien lo detallas.

          Me siento honrado por tu comentario final. Eres muy generoso.

          Pasaré por tus letras...y te dejo un saludo cordial.

        • Willie Moreno

          Buen relato estimado Kin, me hizo recordar la película del lobo americano en París.

          Saludos y un abrazo.

          • Kinmaya

            Amigo Willie...gracias, muchas gracias por tu comentario. Sí recuerdo la peli. pero en este caso fue un simple asalto de la imaginación.

            Un abrazo para ti...siempre.

          • María C.

            Uff que miedo, el lobo es hermoso, pero si está hambriento, herido , es salvaje, y ataca sin piedad.
            Buen relato, opino como tú, me gusta la tensión el ''thriller'', la sangre a mansalva, no , no es porque me desmaye, es que es muy desagradable.
            Saludos.

            • Kinmaya

              Bueno amiga, la idea no era asustarte...solo incomodarte ja ja ja.
              De morbo y sangre, ya hay suficiente en la realidad de todos los días. El suspenso y la tensión al límite, es mucho mas difícil de lograr, pero también es mas memorable.

              Gracias por tu valioso comentario.
              Que tengas un lindo día.

              • María C.

                Ya sabes que en muchas cosas opino como tú.
                Ten buen martes.



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