-Hazme rico.
Dijo un día.
Y mi alma te daré.
Y fue rico,
en demasía,
hasta que vino Luzbel.
-Tu alma es mía.
Díjole
-¡Pero la encuentro vacía!
-Para que la llenes bien
te doy un día.
Mañana yo volveré
y a fe mía
que la deuda cobraré.
-No has hecho ni mal ni bien.
Dime.
¿Para que querías
ser rico?
-¡Di, para qué!
-El dinero y el poder
que en tu mano coloqué
para dos cosas valía.
-Una era,
haciendo el bien.
-Tu alma llena estaría
de virtudes,
y sería.
gran triunfo de Luzbel
conseguir que un alma buena
en el infierno estuviera
ardiendo siempre por Él,
sin importar el porqué
ya que solo importaría
el que al fin yo conseguía
triunfar donde fracasé.
-Y la otra, corromper.
-Las almas ennegrecer,
la ambición y la maldad,
la envidia, la iniquidad
ayudar a florecer.
-El mal, hacer por hacer,
robar, violar y matar,
a la justicia burlar,
la verdad entorpecer
la mentira engrandecer,
no pensar en nada más
que tu alma has de llenar
de odio, rencor y maldad.
-¡Espabila!
Llena tu alma vacía.
-El fuego has de alimentar
con materia que quemar,
a mi lo mismo me da
si es con bien,
o es con mal.
-Recuerda que me la diste,
el derecho lo perdiste,
ahora tienes que pagar.
-De llorar y arrepentirte,
en toda la eternidad,
de sobra, tiempo tendrás.
- Autor: SERAFIN ZAPLANA ( Offline)
- Publicado: 20 de febrero de 2021 a las 17:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 17
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