Debido a cambios laborales constantes, cursos de formación adicionales ect mi tiempo es muy limitado en las redes sociales
Disculpad las molestias.
El último día de clase
Un relato verídico en contra de la discriminación en la discapacidad.
Ha pasado tanto tiempo de aquel ultimo día de clase, que aquel niño había cambiado para bien en su adolescencia. De pequeño le gustaba estar fuera de allí y refugiarse en su casa, nadie comprendía, nadie sabia que no oía los pájaros, ni siquiera aquel profesor cuyas cuerdas vocales parecían estar afónicamente amortiguadas.
El mundo parecía mas grande si podia volar, desde la vista de un ave a lo alto con sus verdaderas amigas, las nubes, el viento y el silencio. En la tierra al aterrizar se rodeaba de personas, de supuestos amigos que lo tomaban como un parasito, al que no le ofrecían participar, era como una gota de aceite insoluble en el agua.
Un día la amistad desapareció de su vida, ¿Quien quería ser amigo de un fantasma silencioso?, eso ocurrió en una fiesta de fin de curso en el aula de su escuela. Pero como no todos eran iguales, una compañera de clase comprendió su mundo en el que estaba aislado al ofrecerle un ultimo un baile. Esa fue la esperanza que sin saberlo, iba a cambiar su futuro, el calor humano.
Todo cambio con los años el día que curiosamente pudo encontrar a su pequeño ángel de la guarda, la tecnología al servicio de la medicina, pero no era cualquier invento, era un audífono. Poco a poco el aislamiento quedo atrás y por fin se rompieron las barreras de una cárcel llamada silencio, venciendo la timidez.
Existe una gran diferencia entre oír y saber escuchar.
¿Como hubiese sido su pasado si su infancia hubiese estado llena de sonidos y de vida?, seguramente hubiese empatizado mas con todos y aprendido mas rápido, estaría mas integrado y mas feliz, porque parte de su infancia se la llevó aquella fatídica inyección derivada de un mal diagnostico medico.
En el siglo XXI aun existen numerosas barreras para la discapacidad. Las propias personas, instituciones, gobiernos y organismos, raramente logran integrarlos en la sociedad. Muchos colectivos de discapacitados merecen algo mas que los silencios y a todos los efectos ser escuchados.
Fomenta la integración para aquellos que lo necesitan.
Mañana puedes ser uno de ellos.
Jordi Etresi
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-Todos derechos reservados.
- Autor: Jordi Etresi (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de febrero de 2021 a las 17:21
- Comentario del autor sobre el poema: Las personas no se dan cuenta, pero existen mil y una barreras en la discriminación, desde conseguir un empleo, hasta que una empresa te facilite las herramientas necesarias para desenvolver tu trabajo, faltan muchos medios para optar a llevar una vida mas acorde con estos tiempos, accesos, equipamientos tanto culturales como sociales, ayudas presupuestarias y un sin fin de cosas que quedan en segundo plano, haciendo que esas personas a base de su propio esfuerzo sean reivindicadas por todos.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: Jordi Etresi, Jorge Horacio Richino, Willie Moreno, alicia perez hernandez, Classman
Comentarios3
En el siglo XXI aun existen numerosas barreras para la discapacidad. Las propias personas, instituciones, gobiernos y organismos, raramente logran integrarlos en la sociedad. Muchos colectivos de discapacitados merecen algo mas que los silencios y a todos los efectos ser escuchados.
Fomenta la integración para aquellos que lo necesitan.
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Nosotros hacemos a un lado a tanta gente por su discapacidad, y sabes tambien nosotros nos vemos como discapacitados para dar AMOR, no solo es discapacitado el que esta en silla de ruedas, podemos estar completos y con el corazón indispuesto para ABRAZAR, AMAR, Y DAR UNA SONRISA. Muy interesante el tema que tratas en esta reflexión.
Abrazos y saludos poeta y amigo Jordi
Hola Alicia todos podemos amar y dar al prójimo nuestra buena voluntad y siempre hay y abrá personas dispuestas de ayudar a personas y como tu dices una persona en una silla de ruedas puede amar porque su corazón o alma no la incapacitan para ello, asi pasa como un ciego, un sordo, o alguien con síndrome de Down o Alzheimer.
Pero tambien dar amor es facilitar su vida con personal en el cuidado de esas personas o simplemente disponer de los medios que muchas veces son inaccesibles para muchos.
Imagínate si quieres oir y no tienes 3000 euros para disponer de un par de audifonos, o el que no tiene piernas sin disposición de una misera silla de ruedas eso es lo que me indgna.
Hola Alicia todos podemos amar y dar al prójimo nuestra buena voluntad y siempre hay y abrá personas dispuestas de ayudar a personas y como tu dices una persona en una silla de ruedas puede amar porque su corazón o alma no la incapacitan para ello, asi pasa como un ciego, un sordo, o alguien con síndrome de Down o Alzheimer.
Pero tambien dar amor es facilitar su vida con personal en el cuidado de esas personas o simplemente disponer de los medios que muchas veces son inaccesibles para muchos.
Imagínate si quieres oir y no tienes 3000 euros para disponer de un par de audifonos, o el que no tiene piernas sin disposición de una misera silla de ruedas eso es lo que me indgna.
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