No puedes, no, niegate a ello,
niégale el derecho y no permitas
inquietar, las más de las veces el sueño,
por una fisonomía hermosa
que no ha de acompañarte a la mortaja
es sólo su en espejismos
por quien morir quisieras ahora mismo.
Han transcurrido suficientes noches
vertiste en soles tus quimeras
fueron eclipsados tus amores
por el trémulo beso de la muerte,
despídete en paz alondra del amado
seduce con tus gracias el paisaje
ya hallarás jaula y alimento
donde reposar tus alas cortas
arrobadas por tan fiero viento
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