Leyendo un libro,
encuentro en sus palabras,
algún sentido.
Veo campiñas
sembradas de trigales
y viejos pinos.
Hay una aldea
y en ella está la iglesia
y el campanario.
Diviso versos
que escapan, con la rima,
de unos poemas.
Se ven las rosas,
balcones y ventanas
hoy solitarios.
Hay golondrinas
que vuelan y se posan
en los aleros.
Hasta una ardilla
que sube, juguetona,
por el hayedo.
...¡Bendito libro,
salido de tus manos
y corazón!
Con él me pierdo,
por sueños infantiles
y pienso en ti.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/10/20
Se hace mención a un libro imaginario que alguien ha regalado al protagonista, quien al leerlo o pasar sus ojos por las hojas escritas empieza a ver y a recordar momentos de esa infancia y juventud compartidos y de los que va desgranando algunos retazos en los versos, mientras un sopor y sueño invade su espíritu.
¡Qué bonito es ser como los niños y soñar... siempre soñar...!
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 28 de febrero de 2021 a las 08:53
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Augusto Fleid, Willie Moreno, alicia perez hernandez
Comentarios2
Magnífico colega me encanta su poema es elegante atrapante y bello
Gracias Augusto.
Esa bendita inspiración de niños al leer y ver entre líneas la imaginación surgir..
Muy bueno Rafael, mis saludos y un abrazo grande.
Gracias por tu comentario, Willie.
Un abrazo.
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