No recuerdo bien que tenía. Ni puedo distinguir bien que tiene. Ya me cansé de ponerle nombre a sus atributos, a sus maravillas y a sus miserias. Porque al fin y al cabo, son partes que engranan y configuran una sola cosa: ella. Lo que el mundo define como "esencia, magia, vibras, conexión", para mí se resumía en una sola palabra, que era mas que una palabra, y mas que una conjunción de letras: era un diccionario entero. Simplemente me gustaba decir que era "ella". Simplemente digo que me voló la cabeza. Estupido de mi parte fue querer ponerle un freno a aquello, querer agarrarlo, manipularlo, controlarlo. Ya que solamente todo acontecía. Mi cabeza era rehén de mi corazón. Ya no tenía el poder de manejar una situación, y creo que esto era enamorarse. Perdí el control absoluto, como un esclavo llegué hacia las puertas de su corazón. Ese corazón que se anudó al mío, como un nudo ciego. Mi corazón, el cuál bombea lágrimas hacia mis ojos cuando hablo de "ella". Ella cambió mi vida, mi rutina, mi forma de pensar. Fue un revuelo en toda mi humanidad, en todo mi cuerpo humano. Que tonto de mí, al ser un ser extremadamente racional, querer vigilar todo esto, como si la mente funcionara como una aduana de mis sentimientos. Todo fue un salto al precipicio, y agradezco aquella inconsciencia, agradezco no haberme frenado a pensar si hacía bien o hacía mal, si había agua o no.
- Autor: MEdsberg ( Offline)
- Publicado: 28 de febrero de 2021 a las 20:57
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios1
🌘🌗🌕🌓🌒
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.