Ella, la de las lindas trenzas
terrible diosa de la vanidad,
pasea su carro triunfal
por el amor sutil prohibido
Ella, la del corpiño, enjuto,
la del deseo estrambótico y sereno,
la del huraño deseo mortal,
gime, sus lascivos deseos de cristal.
Ella me ama, sí, con amor frugal,
con deseo errante y desigual,
con besos de fuego sacramental
a su propia experiencia documental.
Yo, no amo su figura espectral,
ni su cólera demoníaca sexual.
Solo amo su relación exponencial
fuera de esta ansiado mundo terrenal.
- Autor: Leoness (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de marzo de 2021 a las 12:40
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid
Comentarios1
Majestuoso colega buenos versos y ingenio
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.