Allí, me ampara el consuelo protector.
Un divino luminoso
con seres en celestial remanso.
Es una sensación de mi imaginario
que pervive recóndito,
al que me acerco poco a poco.
Es un aliento al desaliento.
Amparado
por Dios en mi corazón.
Es un bálsamo
en el confín infinito,
eternamente del recuerdo al olvido.
Es el sanctasanctórum,
de la convulsa derrota al gran triunfo
en un mundo divino.
- Autor: el brujo de letziaga (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de marzo de 2021 a las 05:57
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 84
- Usuarios favoritos de este poema: Virginia Marie, CARMEN, Lualpri
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