A vueltas con las dichosas
vacunas según edades,
descubro algunas verdades
que extrañan, por novedosas.
Acabo de darme cuenta
de que, pese a verme bien,
más cerca estoy de los cien
abriles que de cincuenta.
La repentina constancia
de ese hecho me desconcierta;
me ha causado, incluso, cierta
desazón, en la ignorancia
de que, mirándolo bien,
cumplir años trae cuenta,
más que no hacerlo, y presenta
ventajas que pierde quien
no cumple ya: así, consuela
el saber que, en realidad,
de la ansiada inmunidad,
aunque hay gente que se cuela,
o eso al menos se comenta,
más cerca cuanto más viejo,
de carnet, si no de espejo,
estaré, aunque me doy cuenta
de que he de frenar mi euforia,
porque es muy cierto también,
que estoy lejos de los cien
y eso complica la historia:
que, habiendo gente más vieja,
por precedencia de cuna
la fecha de la vacuna
por lógica, se me aleja.
© Xabier Abando. 17/02/2021
- Autor: Xabier Abando ( Offline)
- Publicado: 2 de marzo de 2021 a las 16:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Flor de otoño
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