-El Halcón Peregrino-

¿Por qué vuelas tan alto

admirado Halcón Peregrino?

si en mi terráqueo destino

triste vivo y sufro tan falto.

 

Visión de las grandes alturas

 azules paisajes aerodinámicos;

en tanto yo en las espesuras

respiro encierros cerámicos.

 

Abres los más céleres vientos

con la afilada quilla de tu pico,

y en los vacíos pensamientos

parezco el mayor piloso borrico.

 

Bitácora alada de la velocidad

entre rangos de nubes coloridas,

mientras aquí espero la viabilidad

del retorno de las lluvias queridas.

Halcón Peregrino, veloz e  instintivo,

vuelas a exacto control automático;

 yo aún padezco no ser supersónico

gen incompleto del plan programático.

 

Sigue hermoso, torpedo  volador,

por los caminos abiertos  del cielo

que las acechanzas de todo estupor

las  soportas acelerando tu vuelo…

 

Es que parecen no haber maldiciones

en el gaseoso  habitat de tus aleteos:

tus peregrinas picadas rasgan girones,

derrotero vertical a nefastos meneos.

 

En el nivel del mar de los  homínidos pagos

tronos de ciencias, academias  y tecnologías

ofrecen  caras asepsias para los días aciagos,

rebaño de multitudes trocado en sosas orgías.