Sentaros a la mesa
que ya ha venido,
- habló la voz del viento
- a sus amigos.
El lápiz dibujaba
juegos de mesa
y dejó en un papel
letras impresas
...
- con cientos de preguntas
y sin ninguna respuesta.
Las flores del jarrón
se han inclinado,
porque no logran ver
al invitado.
Y la guitarra ausente
prepara con acordes,
canciones que jamás
tendrán un nombre.
Con ímpetu la escoba
barre la controversia
de viejas discusiones
con sus esencias.
Y el mantel arrugado
ya está cansado,
de soportar el peso
como un esclavo.
Triunfante y convencido
de su equilibrio
ejerce de anfitrión
…
le llaman libro.
Con disonancia pura
de sus cantares,
silban los pajarillos
en los cristales.
Todo está preparado
faltan amigos…
que hoy llegan retrasados
son peregrinos.
El invitado ilustre
con cierto aplomo,
explica con destreza
de que va el foro.
Me llaman pensamiento
y soy de todos…
espero que comprendan,
es importante…
que no puedo empezar
sin mi ayudante.
Ella trae los detalles
de toda ciencia
…
a punto de llegar,
- es la conciencia…
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.