Las luces se han ido de mi, junto con las estrellas y las albas del amanecer. Tú más que nadie lo sabía y yo más que nadie lo sintió, que mi corazón se haría marchito y débil desde tu partida.
Tu olvido era mi penitencia y lo estoy pagando a cada segundo y suspiro de mi ser.
A caso tenía que padecer tanto de ti?
Porqué tengo que recordarte con cada texto?
Solo me queda aceptar que eres mi vestigio permanente y más intrincado deseo.
No puedo olvidarte y aun que recorra los campos eternos del abismo estelar, siempre tendré el éter de tu existencia.
Me has marcado, me has atado y aun que muera mañana, de alguna manera se que te llevaste mi vida desde hace mucho tiempo, dejándome en neutral, perfectamente débil y seco.
Porque el odio y la indiferencia no me pueden rodear, porqué tuve que ser yo quien te imagine tanto, que se ilusione por las noches, creyendo que un día podrás, si quiera mostrar un signo de interés en mi.
Tal vez en ese momento mi mundo se derrumbe al mismo tiempo que estaría despertando de la peor de las peores pesadillas, tal vez estaría en júbilo y tal vez podría creer que después de todo este tiempo aún queda en ti, algo de mi.
No hay algo más en ti, lo sé y aun que me veas sangrando, no te detendrías ayudarme. Tu amor en mi, es irrealidad un bello cuento de Adas.
Ante el dolor del cual jamás sabrás, ante mi gran pena y secreto, Permiteme recordarte, sólo por un momento, porque supe amarte con todo lo que yo era, déjame perderme creyendo que el mundo girará y en un milagro hará vernos de frente, como desde el principio
- Autor: Isaac Imos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de marzo de 2021 a las 05:38
- Comentario del autor sobre el poema: .
- Categoría: Carta
- Lecturas: 49
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