Son las tres de la mañana y hay un himno cantando en mi, no hay música, no hay sonido, solo estoy yo, aquí.
Es de noche nuevamente, estando solo entre tanta oscuridad, estar solo y en silencio, no me juzguen, así me gusta estar.
Imagino la tranquilidad de la muerte, el toque áspero de la no realidad, vida triste presión, déjame, déjame ir a la libertad.
Noche mágica, infinito cuarto, frío y oscuro hasta donde lo puedo ver, hoy no duermo ni despierto, hoy no siento, ni siquiera sé en qué creer.
Tristes formas ya son estás, tres de la mañana y aún no puedo mis ojos cerrar, y si muero, si claudicó? Muerte, llévame a la tranquilidad!
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