Oh, princesa de cuento,
tu voz es una perla enterrada
en el mar profundo,
tus piernas enredarme pudieron
pronto en tan grata delicia,
tus manos me tiran
a no mentirte jamás
si me caigo:
sucumbido me he a tus encantos:
a tus besos divinos
que de ellos esclavo bien cedería.
La Luna te escogió
a ti como hija,
y en ella te veo
aun cuando no la mire...
No puedo
pensarlo más veces.
La vida conlleva una muerte,
de la forma que sea;
una muerte de pena
durmiendo tal vez me espere,
pero yo no lo creo:
no puedo
así tan fácilmente
dejarme vencer.
Pisaré fuerte el terreno
hasta que en la onda me eleve.
Y es que es tan duro
el tiempo en tu ausencia
que no puedo, no sé...
Solo te escribo
letras que tal vez nunca leas
pues que con tal peso
mío dentro
por más que el peligro me aceche
no puedo correr.
Es como un viento:
lo huelo,
y siento como por mí viene...
Me divierto mientras tanto
tirando piedras a los trenes,
de la forma que sea
que a mí me haga bien,
que ya fui mucho tiempo
un rehén de placeres
que en verdad a llenar nunca llegan
el vacío que llevo
en el pecho
y a cuestas;
que es que por verte
yo daría hasta un beso a cualquiera.
Mi tristeza se vierte
félizmente aquí rápido
y vuelve una corriente
de paz a llenarme
mientras la vida
consumiéndose va
y es de sangre mi sed principal...
Cansado me tienes
para largo en tus brazos:
lloraré
por la suerte mía adversa,
por las noches tremendas
sin sueño a tus pies...
Oh, princesa.
Tal vez nunca volvamos a vernos
como una vez fue...
Me apuro a tu encuentro
sin mi estrella en la frente
iluminando el camino
perdido en un sueño de siempre;
desciendo a tu lecho después
de una nube que ciega
pero me lo niego a creer
cada vez que poseo
un manojo de tierra: lo ves?
- Autor: Haz Ámbar ( Offline)
- Publicado: 18 de marzo de 2021 a las 08:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 72
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, SOY.-
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.