“Seca su llanto, calla sus dolores,
y sólo en el deber sus ojos fijos,
recoge espinas y derrama flores
sobre la senda que trazó a sus hijos”.
(Juan de Dios Peza)
Ocupan al principio
un lugar destacado delante de la cuna
en la que ríe o llora o duerme simplemente
el fruto de su afán por desvelar la vida.
Más tarde se proponen quedarse cuando tú
deseas estar solo o con los cuatro prójimos
que afirman ser amigos entre dientes
mientras a ti te quedan fortuna o carcajadas.
Para que avistes cielos solitarios,
un día te dejan ir, ceñir tus propias alas,
aunque las suyas ronden sigilosas
los nidos quebradizos que inauguras.
Se conforman y ufanan esas tardes
en que a veces te posas en la rama vencida
que una vez fue el hogar.
Con el tiempo franquean un recodo,
se atavían de silencio y se acomodan
en tenues claroscuros
mientras tú miras fotos
y te secas recuerdos.
PABLO CABRERA, MARZO DE 2021
- Autor: Pablo Cabrera (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de marzo de 2021 a las 07:53
- Comentario del autor sobre el poema: En este mes de marzo de tantas orfandades, me complazco en homenajear humildemente a todos los padres y madres en general, especialmente a Don Fernando Cabrera y Doña Soledad Vega, que aunaron sus esfuerzos para cimentar nuestras vidas. Dios los bendiga siempre. En nombre de mi hermano Orlando y en el mío propio, estos versos.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: Rafael Perez Ortola
Comentarios1
En el sendero de la vida brillan estos versos entrañables.
Saludos cordiales.
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