No escribiré más,
digo,
nunca más dejarme llevar
de mi ridícula mirada poética...
pero me descuido y
ya están ahí las letras
danzando en el vapor de una mermelada de fresa.
Mi vida, un encadenamiento de épocas:
El tiempo de obedecer y el de dormir.
El de estudiar, mitigado con el nadar de los veranos.
El del trabajo, mucho trabajo, y algún viaje de placer...
Hasta el del dolce far niente
aunque sin mucho dolce.
Luego llega la calma a mi vida
y me permito medir las épocas
al ritmo de los campos:
La de los almendros y narcisos.
La de las camelias y cerezos.
La de la colza y la arveja.
La de las malvas.
La de avellanas y almendras.
La de crisantemos...
Ahora contemplo las épocas por los frutos:
Una primera de mermelada mora roja,
después la de cereza, la de duraznos, la de higos...
la de dulce de membrillo
y la última, la de deber cumplido.
Pero siempre hay una única época,
una época eterna de dientes de león, hierba recortada
y obediencia.
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Autor:
Bambú (
Offline) - Publicado: 20 de marzo de 2021 a las 21:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 52
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Texi
Offline)
Comentarios2
Me quedé lela. Lo leí tres veces y aún no decido si me gusta, me encanta o me fascina.
😅😅 ¡Qué bonito eso que me has dicho! Mil gracias 😘😘
una época eterna de dientes de león, hierba recortada
👍👍
Veo que comprendes el mensaje que subyace.
Gracias, compañero.
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