Paseando por la cuidad... cuatro

Leoness

Calles estrechas y retorcidas

llegan todas amotinadas

hasta que son engalanadas

para diversiones socorridas.

 

Convergen en plaza principal

donde siempre se celebró un ritual.

Hora está en soledad, mental,

casi nadie recorre perimetral.

 

De pronto suena la campana

de un reloj, digital,

cuya recarga manual

se anuncia cada mañana.

 

El cura es puntual, sin sotana,

la curia manda, acto teatral,

feligresía obedece clerical,

van despiertos a la proclama.

 

Esta iglesia parece catedral,

el cura parece, el Obispo.

Todos a implorar a Cristo;

mañana, comportamiento banal.

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