PECADO CAPITAL
EDITORIAL ARTíSTICO
Considerado por muchos el mejor bailarín del siglo XX,
Audrey Ivanov disfrutó uno de los mayores reconocimientos
internacionales en esta disciplina. Comenzó sus estudios
a los 9 años, en la escuela del Ballet Kírov, donde se
graduó bailando como figura principal. Fue una de las
leyendas vivas más sobresalientes, basta con mencionar
que la crítica lo titulo como el mejor bailarín del mundo,
por la magnitud de sus movimientos, sobre todo aquellos
que tenían que ver con saltos y giros. Tras estudiar en la
escuela de Ballet Kirov, abandonó Rusia para formar parte
del Royal Ballet.
Esa trágica noche, el público no percibió el momento del
accidente. Ivanov en pleno baile de su concierto, giró y
cayó abruptamente quebrándose la pierna. El bailarín,
entonces con 16 años, siguió bailando hasta el aplauso
final, la consecuencia fue la culminación de su carrera.
La vida le dio una doble pirueta, hubo que amputarle la
pierna.
SOY…
Una de las sombrías pulsiones del alma, esclava de mi
pecado, me fijo en las cosas materiales, pero deseo
profundamente los valores espirituales e intangibles. No
es el bien que el otro posee, sino es el modo de ser que lo
capacitó para el logro.
La comparación, insatisfacción y rivalidad son facultades
que se enraízan en mí, para odiar y desear destruir a toda
persona que, como un espejo refleja mis anhelos incumplidos.
A ESCENA…
Escucha murmullos entre bambalinas y dentro de los
camarines…Decires que su ego convierten en violines y
pianos, sin importarle que crean que su mediocridad no
soporta el talento ajeno, la noche del estreno, calzo las
zapatillas que fueran de Ivanov y espero .
Al abrirse el pesado telón, se percibía la expectativa en el
teatro. La Orquesta estable, comenzó con los acordes del
Lago de los Cisnes, El bailarín apareció sobre el escenario
y empezó a desplazarse como si estuviera patinando, se
elevó por sobre el público, arrancando literalmente
exclamaciones de asombro y estupor, que se tradujeron en
ovaciones. A esto se sumó la iluminación que proyectó
diseños amorfos en rojo y negro sobre la pantalla, que
ensombrecían la escena, Sólo se vio un cuerpo que se
elevaba y bailaba en el espacio vacío cargándolo de profundos
significados. Demostró ser un artista inquieto por
incorporar tecnologías ajenas a la danza, pero que le
sirvieron para expresar emociones y sentimientos.
FINAL DEL CONCIERTO.
Desde el palco principal, entre la multitud, Lucifer aplaude
satisfecho. Su energía, a modo de festejo, encendió las
lámparas del escenario. La combustión de los elementos
inflamables y la intensidad de la emisión de luz se trasmuto
en lenguas de fuego que en pocos minutos convirtió en
cenizas la Sala del Coliseo.
EDITORIAL ARTíSTICO
En la noche de ayer una tragedia de dimensiones inconmensurables,
un reto argumental y un desgarro abismal
abrió una herida hasta las emociones más íntimas de los
asistentes al Ballet Concierto, presenciaron un espectáculo
asombroso, purísimo de arte y la flama encendida por
el triunfo de uno de los pecados capitales, que alimentaron
incesantemente al nuevo bailarín “La envidia”
- Autor: marta CARMEEN ( Offline)
- Publicado: 23 de marzo de 2021 a las 00:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino
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