Se quedó despierto hasta que pudo acallar en algo las voces del infierno.
Y de rodillas le pidió al mundo que le perdonara
En sus lamentos; escondía pensamientos cuerdos, lejos de dolores y agonías
Siempre buscando la respuesta al ¿Cómo los salvo?
.
Ella se esfuerza como puede
Busca dentro de su ser lo mejor, pero lamentablemente no refleja lo de su interior y sufre.
.
Él, en cambio, se muestra tal y como es
Con pizcas de soberbia e inteligencia
Sin divisiones que las diferencien
Cuando las tormentas aparecen, él da lo mejor de sí al punto de olvidarse mí
.
La luz que ilumina es la que oscurece a la vez.
La que ahoga mis deseos y mi fuerza,
La que me enfrenta a batallas y me prepara contra las guerras.
No hay paz, hay dolor; nadie lo escogió pero así es
.
Ser el oído es tener convicción.
Ser el pacífico es saber hablar
Saber callar es a veces más inteligente que seguir.
- Autor: Loutrerachel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de marzo de 2021 a las 14:27
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei
Comentarios1
Ser el oído es tener convicción.
Ser el pacífico es saber hablar
Saber callar es a veces más inteligente que seguir.
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Letanías con convicción...
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