La aventura traviesa de los genes,
libera sus matices sin censura
y esconde en el “instinto” la locura,
con egoísmo fútil de sus bienes.
¿Qué importa la moral de grandes penes?
¡si la vagina impone su figura…!
Conquista todo un mundo en la pintura,
cambiándole el color a nuestras sienes.
Es sabio el corazón del “hombre ciego”,
abstracto del matiz de los colores,
que aparta su pincel de los errores
y aviva la esperanza con buen riego.
El amor es el campo del labriego,
donde el tiempo le siega de temores.
- Autor: Ángel Leonardo Duno B:. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de marzo de 2021 a las 09:56
- Comentario del autor sobre el poema: El hombre como especie (ambos géneros)… vive atado más a lo material, que a lo espiritual, pero el tiempo con mucha sabiduría, le da la oportunidad para amar... "ojo" ni discrimino ni ofendo.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: LEONARDO HENRRICY, Augusto Fleid
Comentarios1
Cuanta lógica sensata y profunda nos muestran tus versos sin perder la belleza de la rima y contenido necesaria para exaltar al alma.
Gracias hermano borinquen, saludos...
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.