Si taponas el canal de Suez sale mierda hasta en el Seprona.

Con el cierre de la hostería y la falta de necesidades de carne de cordero de los bares y diferentes comercios de la zona, el señor Melchor , un tradicional ganadero de Minglanillas , decidió vender, al igual que todos sus vecinos de la comarca al estar completamente arruinados, a Emiratos Árabes su ganado. Una mañana de marzo del 2021 el alguacil Cipriano “el sordo”, colocó por orden del alcalde Don Morcillo, un bando del Ayuntamiento para celebrar una reunión en el casino “ los bodegueros” . El Ayuntamiento pretendía ayudar a los ganaderos gracias a un riquísimo intermediario “caído del cielo” ( palabras textuales de Don Morcillo) . Este era un hombre de mundo que hacia negocios entre Emiratos Árabes y España a través de una naviera. Esta había dejado de operar con turistas por el cierre de fronteras, y ahora se dedicaba a llevar ganado a diferentes mercados. Este intermediario de grandes bigotes, traje blanco panameño, llegó con un notario en un enorme mercedes dorado a las polvorientas calles de Minglanillas. Entró al ayuntamiento sin cita cuando dejo su tarjeta en la cámara de comercio. La cámara comprobó los datos y se pusieron a su disposición.

Vengo a comprar hasta la última cabeza de ganado que tengan para embarcarlo- comentó de espaldas a los funcionarios mirando por la ventana, quizás pensando en comprar todo lo que veía. Una hora después de su llegada el alcalde fue sacado de un funeral por agentes de la cámara de comercio para reunirse con este importante hombre.

Entre tanto los rebaños pacían en las dehesas del rio Cabriel.

Ramses II , un gran mastín vigilaba a los corderos desde una gran peña. Mohamed, el joven pastor de Minglanillas envejecido prematuramente, en cuyo rostro se veían muchas arrugas como las de la gente mayor. Se le habían formado también manchas como gotas negras en la frente efecto del sol. Poseía a juego unas mejillas huesudas como yunques. Debido al efecto de la miseria que había heredado. Generaciones y generaciones de pertenencia a las tribus rifeñas donde hombres y mujeres eran puro hueso moreno, efecto del moldeado miles de años de miseria y explotación. Mohemed tenía las manos llenas de cortes del trabajo, los pies llenos de grietas y bultos por las caminatas. Su cuerpo denotaba que era un hombre producto de las inclemencias del tiempo y del trabajo. Trabajaba para diferentes pastores de la zona 12 y 14 horas diarias, 7 días a la semana, por menos de mil euros al mes y por debajo de 5 euros la hora. Esa mañana de marzo tras haber visto desde lo alto del camino, a lo lejos llegar a Minglanillas un mercedes dorado, vigilaba distraído una escena habitual de los corderos que iban a beber cerca de un grupo de feministas senderistas que se hacían fotos con los corderos. Miró el reloj Mohemed, llamó de Ramses II , y emprendió la ruta hacia las hoces de Gabriel. Una caminata de unas dos horas que haría con el ganado. Allí comería algo que pan y queso y subiría por unas sendas hasta llegar a las afueras de Minglanillas, donde guardaría el ganado otro día más . Estaba preocupado como su amo por su salario. El amo se quejaba desde la cuarentena que empezó el año pasado en que no tenía forma de sacar adelante la explotación. Mohemed y Melchor eran son hombres parecidos, obsesionados por el dinero. Ambos se respetaban profundamente sin darse muestras de cariño. Si siquiera algo parecido a la amistad. Para Melchor, Mohemed era como una persona más del mundo que realiza su función como a él le gustaba: Sin quejas por su trabajo, sin sentirse explotado, ni mucho menos frustrado por no tener estudios. Mohemed era igual que sus corderos. Realizaba una función mecánica en la vida. Igual que él, igual que el intermediario. Todos ellos hacían funcionar el mundo dentro de un orden , sin cuestionarse si este orden era cruel, injusto, etc.

Al día siguiente la vieja furgoneta Ranault del señor Melchor daba vueltas por la milenaria cañada real buscando a Mohemed. Lo encontró caminado cerca del paraje de la canaleja detrás de los corderos. Casi al pie del sendero de la cueva que estaba sobre sus cabezas donde el Manco de la Pesquera, el legendario maquis de la agrupación guerrillera de levante, utilizaba como arsenal para luchar contra el fascismo que lo derrotó físicamente destruyendo su cuerpo con todo tipo de torturas, pero moralmente vivirá siempre en la región como un héroe legendario local.

Mohemed, Mohamed- grito pitando- he vendido el ganado.

Cuando Mohemed se acercó a la ventanilla se quitó la mascarilla anti covid para hablar a Mohemed.

Llevalo a las naves el rebaño, y vete a descansar. Mañana vendrán los camiones a por ellos.

Muy bien señor Melchor, es una buena noticia. ¿ Y el precio ha sido bueno?

Melchor miró a Mohemed . La mirada de hierro de los dos hombre se soldaron, sabiendo que eran incapaces de mentirse.

Precio de mercadona Mohemed, una ruina. Pero cubriré los gastos. Incluido tu sueldo. Maldito gobierno, malditos intermediarios, y maldita vida. Maldita sea nuestra existencia , la de estos corderos que van a morir y cuyo sacrificio alimentara vidas malditas. Si los corderos tuvieran conciencia Mohamed ante lo que van a pasar, se subirían a esas peñas y se tirarían, como hicieron docenas de prisioneros de guerra con el fascismo cuando aquí hacían el pantano. La mayoría hubieran deseado morir en la trinchera, como estos corderos desearían ser sacrificados aquí, en su hogar.

Mohamed escuchó extrañado las palabras de su amo. Cuando hablaba así es que no estaba contento. Tenía igual que el manco de la Pesquera momento poéticos que Mohemed no terminaba de asimilar, pero que el entristecían. Estos hombres duros, aplastados, capaces de grandes esfuerzos para mantener la maquinaria laboral y económica funcionando con sus vidas. Sin embargo seguían siendo hombres llenos de sentimientos que odiaban el sufrimiento , y odiaban el orden.

Venga Mohemed muévete hombre que parece que no tienes sangre…- le dijo- Ahhh, ahora que me acuerdo, ponte la mascarilla por si pasa por aquí la guardia civil que ha venido un hombre importante. Toma , como no tendrás te doy una. No quiere Don Morcillo que piense un extranjero que aquí somos de pueblo, y andamos sin cumplir las medidas sanitarias. Incluso han mandado cerrar el casino hasta que se vaya para guardar las apariencias. Le dijo el intermediario con una sonrisa cuando le enseñaba el pueblo que le extrañaba que estuviera abierto el casino y toda la gente dentro juntos en las mismas mesas comiendo y bebiendo de los mismos platos. Don Morcillo se sintió herido y sin saber que decir ante el comentario. Ya sabes que no es hombre de política ni de palabra, y muy sentido a la hora de las críticas a Minglanillas. Ahora nos obligan a realizar el toque de queda hoy y mañana y una semana sin bar.

II.

Los corderos a las seis de la mañana escucharon un camión y voces humanas desconocidas. Diferentes e inusuales puertas de hierro se abrían de los camiones.

Con sus:-

Beee, beee , beee- pedían ayuda a Mohemed, y a Ramses II ,el mastín. Pero estaban quietos, indiferentes por primera vez en sus vidas ante el peligro que corrían. Observaron como les empujaban esos hombres y les obligaron a subir a los camiones contra su voluntad. Las puertas se cerraron y los corderos que podían ver por los espacios de los barrotes lo hacían viendo desaparecer la localidad de Minglanillas que iba quedando atrás con su alegre monotonía: para siempre.

EL viaje duró dos horas hasta llegar la puerto de Valencia.

Venga fuera de mi camión- grito con un palo uno de los camionero que empezó a pegar a un cordero que empujo al resto.

El resto de camioneros hacia lo mismo.

La mayoría de corderos asustados fueron concentrados una nave industrial .La mayoría desconcertados, doloridos por el trayecto donde se golpeaban unos con otros, se negaron a subir a un montacargas. Para obligarles fueron empujados de los cuernos y a palos. Cuando motaban en el montacargas sus cuerpos se balanceaban en el aire, los corderos dejaban de respirar notando como flotaban. Se veía el mar, los barcos, y una enorme estructura que flotaba sobre el agua. A unos treinta metros de altura se mecían sobre un oscuro foso. El montacargas estaba quieto unos minutos,. Y luego la polea empezaba a bajar hacia ese lugar oscuro. Bajo se veían el cuerpo de muchos corderos que balaban desesperados mirando a los nuevos que llegaban. Dos hombre con palos recibían la siguiente carga.

Horas más tarde cientos de los corderos en una oscura bodega donde se apilaban sus cuerpos a oscuras algunos con los cuernos rotos de los empujones, otros tan estresados por los acontecimientos que agonizaban en el suelo con los ojos dilatados, el corazón latiendo a toda velocidad, la mente ida. Varios estaban ya muertos.

Al día siguiente se abrió el techo y bajo el montacargas a esa oscuridad maloliente. Llevaban mascaras , linternas. Iban vestidos con uniformes verde y unos chalecos que ponía: guardia civil, Seprona.. Empezaron a hacer anotaciones y fotos para sus informes. En su informe contaron detalladamente el delito de maltrato y sufrimiento de cientos y cientos de animales. Constataron la muerte de animales chafados por sus compañeros de infortunio. Las muuerte por estrés. Falta de condiciones saludables.

Firma capitán- le dijo una agente extendiendo el papel del informe.

Ni que decir que en otras circunstancias y para cualquier persona que no tenga que ver con los negocios del estado, esto serían varios años de prisión por diferentes motivos.

El capitán firmó y se despidieron los agentes al terminar.

Buen viaje capitán. Cuando se les mueran la mayoría de corderos no dejen de tirarlos al mar.

El barco partió hacia Emiratos Árabes con toda la documentación en regla. Echaron por la borda cerca de Mallorca tres docenas de cordero. Cada hora morían dos corderos. Cada dos días cuando habían unos 50 muertos un chino y un filipino bajaban a la bodega para subir sus cuerpos al montacargas. Los animales apilados fallecidos estaban todos con los ojos desmesuradamente abiertos y la lengua. Sus cuerposcuerpos quietos e inservibles eran lanzados al mar mientra sus compañeros seguían esa bodega hambrientos, cansado, mareados, con sed, esperando la muerte.

III

Ahora imaginemos una denuncia del seprona a un activista social de Castellón. Aunque podría ser de Colombia. La denuncia es falsa , y lo ha secuestrado la guardia civil porque el activista social ha conseguido denunciar a través de las redes sociales delitos medio ambientales en su localidad, si fuera Colombia sería la caza de unos loros en peligros de extinción. Pero como hablamos de Castellón lo haremos de que el activista está acusado de matar a un perro de hambre y un halcón de un tiro para hacerse un sombrero con sus plumas.

activista animalista en comisaria-.

Le habla el comisario del seprona

esta usted acusado de matar a un perro de hambre y un halcón de desplumarlo vivo para hacerse un sombrero de plumas. .

¿ donde están las pruebas de semejante disparate ? Pregunta el activista.

En estas fotos, se la enseña el agente. Se ve un perro enfermo con el activista en una foto, y el junto un cernícalo en otra.

El activista social las reconoce, es él y el perro, y él y el cernícalo.

Serio y desmoralizado por un momento, conforme habla se va animando.

Es la foto de un perro enfermo abandonado que estaba moribundo que lleve al veterinario. Y la otra la de cernícalo al que le habían pegado un tiro. No es un halcón comisario. Hice esas fotos para denunciar los maltratos que sufren los animales . Conté en diferentes artículos como los encontré. lean la historia de elegía por un perro apaleado, y la otra de un halcón tiroteado. Léalas si sabe leer comisario., Esas fotos no significan que sea yo el maltratador. Al revés, intenté ayudar a esos animales. Es por ejemplo como si les hacen una foto un periodista a ustedes en un accidente donde esta su coche patrulla junto un señor atropellado. Eso no significa que hayan sido ustedes.

El comisario, divertido.

Por estas fotos está usted acusado de maltrato animal y se le pide un año de prisión por el perro, y otra por el halcón ( pensando) no el cernícalo. Dos años de prisión ¿ qué le parece? Bien no .

El activista.

Eso nadie se lo puede creer. En cuanto salga le cuento a la prensa los montajes del seprona para reprimir el activismo social. Son ustedes igual que la guardia civil que se inflitra en organizaciones sindicales y anarquistas para acabar con ellas. Si voy a juicio mucha gente testificará que yo cuido a los animales, ademas la prensa cuanto sepa esto….

El comisario del seprona llamando a un agente.( divertido)

Dele a este chico un periódico para que se convenza de que una foto vale más que mil palabras.

El activista lee, se queda blanco.-

sale su nombre , apellidos, dirección, su foto con grandes titulares.

Don Dario Giménez el asesino de perros y halcones de Vall d´ Uixó. Una persona ultra violenta aseguran sus vecinos. Disfrutaba torturando animales. Les cortaba las orejas a los perros. Desplumaba los pollitos vivos en el mercado. Se hacía sombreros de plumas con las aves a las que desplumaba vivas. Daba a los gatos crías de aves sacadas del nido delante de sus espantados progenitores a los que hacia una foto

El seprona y una protectora de animales llamada “Pam Pam, estas muerto cazador” le han denunciado por maltrato . Piden 5.000 euros por daños morales la asociación Pam, Pam , y 5.000 la fiscalía, así como un año de prisión, además a otro perro le cortó una oreja.

El comisario.

Cuando salgas a la calle no encontraras trabajo, la gente te despreciara. Nadie testificara a tu favor. Y aunque lo hagan la juez no aceptará testimonios de este tipo. Serás llamado maltratador de animales. Sufrirás acoso vecinal, laboral, exclusión social. Si fueras consciente del sufrimiento que te espera saltarías por esta ventana.

EL comisario le muestra la ventana.

EL activista consciente de su situación.

¿ puedo? Pregunta el activista yendo hacia la ventana

Claro, diremos que fue un accidente. Para ventilar la sala por el virus del covid la abrimos, parecías tranquilo en el interrogatorio, y en un momento arrepentido de lo que habías hecho decidiste pedir perdón entregando tu vida como penitencia.

Ángel Blasco .