Transmutación de la prosa al verso.

Alvarofe

“De cierto os digo que si no os volveis y os haceis como niños, no entrareis en el reino de los cielos.”

Mateo 18:3

“Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.”

Corintios 15:14

 

            Todos, en algún momento, hemos tenido la sensación de que lo que se nos presenta inmediato a los sentidos y el pensamiento, es sólo la punta de un iceberg que esconde una realidad increíble. Todos, en algún momento, nos damos cuenta que detrás de los astros en la noche, los ojos de los animales o las formas y colores de las flores y las nubes, hay una expresión de Algo superior y misterioso. Estas revelaciones, cuando caen en tierra fértil y son capaces de transmutarse y comunicarse por medio de alguna expresión humana, las catalogamos como “profundas”, haciendo una diferenciación con lo cotidiano o vulgar, que etiquetamos normalmente como “superficial”. Estas profundidades, por así llamarlas, vienen acompañadas también por una categoría superior de placer, por un gozo, que nos eleva revelándonos momentáneamente ciertos tesoros celestiales, nos desnuda ante una realidad sospechada, pero inexpresable, maravillosa y aterradora a la vez… pero luego de probar este licor sagrado, siempre viene la resaca… es triste comprobar que al elevarse más alto, más fuerte caemos y, a veces, casi no somos capaces de soportar este desgarro espiritual que sentimos… después de tocar el cielo toca hacer la cola del banco; toca decepcionarse al descubrir que el actor que magistralmente interpretó esa escena que nos conmovió profundamente, vive en una mansión en Hollywood; o que esa expresión tan particular en los ojos de ese perro, era causa de una alergia de primavera.

Es insoportable e incomparablemente peor (a mi modo de ver o de sentir), vivir en el otro extremo, y abrazar vívidamente (no sólo en el razonamiento o la repetición de palabras) la forma en que algunos explican al mundo. Un mundo donde no existe dios, y la naturaleza es como una gran máquina inerte gobernada por el azar o un puñado de leyes deterministas, donde no hay un sentido real y unificador, y sólo nos queda improvisar un sentido provisorio, para soportar (semi-sufrir o semi-disfrutar) esta finita vida, infinitamente improbable, pero posible y real al fin y al cabo.

Entonces, ¿cuál es la salida?, no podemos vivir siempre en la luna, pero tampoco en la tierra; al final optamos por caminos mixtos, elevándonos y derrumbándonos constantemente, más alto o más bajo, dependiendo el estado de ánimo. Estamos todos en esta tierra atrapados y condenados a esta lucha, pero hay quienes cruzan esta barrera, hay quienes tienen las agallas para elevarse infinitamente y sin miedo al porrazo encuentran un gozo constante que se traduce en un  motivo firme, que ilumina cada uno de sus actos, estos hombres excepcionales los llamamos Santos o Quijotes (pero el Quijote es sólo una novela, y siempre se puede cuestionar la línea entre realidad y ficción en la vida de los Santos, y volvemos a lo mismo)

Estas dos realidades opuestas, que son la profundidad y la superficialidad, generan dos tipos de personalidades puras, catalogadas normalmente como soñadores y realistas. Todos vivimos en un porcentaje intermedio entre los extremos, pero es común escuchar asociaciones de estas categorías a niveles de madurez o etapas en la vida, catalogando a los niños, en general, como soñadores, y los adultos, en general, como realistas. Los niños viven en mundos llenos de magia y juegos, van y vuelven del reino de los cielos a la tierra y nos traen regalos a los adultos que agradecemos con cierta nostalgia y ternura, porque sabemos (creemos saber) que realmente esas hadas de los bosques, esos dragones malvados, esas varitas mágicas que cumplen deseos y esos árboles que cantan melodías preciosas, no son más que el producto de asociaciones erróneas que vomitan sus cerebros aún no desarrollados a plenitud. Sabemos que son sólo cuentos infantiles, sueños, de los que tarde o temprano hay que despertar y enfrentar la vida, que es dura y rígida.

 

Sean como niños, dijo Jesús cuando estuvo parado en frente de sus discípulos.

Sean como niños, dijo Jesús, el Dios creador del universo hecho carne,

Cuando estuvo entre nosotros.

Sean como niños, dijo ese Hombre con ojos, manos,

Pelo, carne y sangre, huesos y músculos;

Que resucitó muertos, dio vista a ciegos,

Espantó demonios, caminó sobre las aguas…

Que murió, resucitó, y se elevó por los cielos…

Qué guerra atroz se desata en el interior de mi alma

Al escribir, con la mayor honradez y lucidez que puedo,

Estas pobres palabras que caen sobre esta hoja,

Y confunden y transforman estas prosas en versos,

Y estos versos en rosas.

  • Autor: Alvarofe (Offline Offline)
  • Publicado: 28 de marzo de 2021 a las 15:10
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 53
  • Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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Comentarios3

  • alicia perez hernandez

    Sean como niños, dijo Jesús cuando estuvo parado en frente de sus discípulos.
    Sean como niños, dijo Jesús, el Dios creador del universo hecho carne,

    Cuando estuvo entre nosotros.
    Sean como niños, dijo ese Hombre con ojos, manos,
    Pelo, carne y sangre, huesos y músculos;
    Que resucitó muertos, dio vista a ciegos,
    Espantó demonios, caminó sobre las aguas…
    Que murió, resucitó, y se elevó por los cielos…
    Qué guerra atroz se desata en el interior de mi alma
    Al escribir, con la mayor honradez y lucidez que puedo,
    Estas pobres palabras que caen sobre esta hoja,
    Y confunden y transforman estas prosas en versos,
    Y estos versos en rosas.
    ............
    Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir con el espíritu.
    1 Corintios 2'14
    Cuando el Espíritu Santo convence a las personas de su pecado, él representa el justo juicio de Dios (Hebreos 4:12)
    Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5'8
    ESTO ES LO MAS HERMOSO DE TODO QUE CRISTO NOS PERDONA TODO PECADO. placer pasar a leer he disfrutado de principio a fin la lectura de la trasmutación de la prosa al verso.
    Abrazos y saludos poeta Alvarofe

  • alicia perez hernandez

    https://www.youtube.com/watch?v=K0h4swxYs1o

  • alicia perez hernandez

    https://www.youtube.com/watch?v=GXnf6u6T588



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